lunes, 30 de abril de 2007

ATERRIZAJE

A mi llegada a Chile me recibió la cola para el trámite de inmigración (interminable), la espera para recuperar las maletas (una la encontré fuera del carrusel después de un rato largo de espera) y el paso por la aduana. Al final consigo salir de la zona de llegadas y encontrar al conductor que había de llevarme al hotel.

Vladimir resultó un tío majo, dentro de lo que nos dio tiempo a conversar. El coche era grande y cómodo, y no tardamos en llegar al hotel. Nada de tráfico. El hotel tiene un saloncito y una cocina aparte del dormitorio, pero sin duda conoció tiempos mejores. Se nota que lleva un tiempo sin un lavado de cara. Por ahora no consigo dar con la forma de conectar a internet, lo que retrasará el envío de estos post.

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