¡¡Por fin ha llegado el finde!!
Y es que ha sido una semana larga. La escuela en la que he tenido la suerte (o la desgracia) de caer es bastante exigente. Eso tendrá (espero) la consecuencia de una evolución más rápida en el aprendizaje, pero hará más duro el camino.
Todos los días tenemos tarea para hacer en casa, que al ritmo actual sobrepasa de largo las tres horas. Para el fin de semana nos han dado ración extra, lo que me tendrá ocupado un buen rato.
En cinco días de clase hemos tenido tres profesoras diferentes. Entiendo que está pensado para no habituarnos a la forma de hablar de una persona solo. Eso si, empiezas con las comparaciones y siempre hay alguna que te cae más gorda. En fin...
Recordando mi época de estudiante, procuro quedarme en la escuela después de clase, para acabar la tarea y liberarme lo antes posible. Como algo al estilo japonés (deprisa y corriendo) y procuro liberarme para eso de las 17:30 o las 18:00. O sea, que el japonés se viene a comer una jornada laboral de mi tiempo, todos los días.
Según van pasando los días el ánimo sube y baja, como en una montaña rusa, para pasar del "qué experiencia más estupenda" al "¿pero qué cojones hago yo aquí?". Lo tomo como algo normal, diciéndome a mi mismo que ni tanto ni tan calvo. Por lo menos, he aprobado el primer examen; la semana que viene creo que hay por lo menos dos más. Ya veremos que pasa...
viernes, 17 de abril de 2009
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2 comentarios:
Decía un viajero (ahora no recuerdo el nombre) que en un viaje habrá un momento en que nos preguntemos si de verdad vale la pena. Ese momento es el que justifica todo el viaje.
Te irá bien.
Ánimo! Los comienzos siempre son difíciles! Acuérdate de tus comienzos: Proyecto Europa, proyecto de Sevilla...
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