Ayer llegamos a Osaka, a eso de las ocho y media, hora local. El vuelo, como siempre, se hace largo mientras lo estás pasando, pero cuando llegas piensas que no era para tanto, que para haber hecho 10.000 km no ha estado nada mal. Si hubiesen vuelos directos a Japón ya sería la leche. Nos ahorraríamos unas cuatro o cinco horas y el tema del tránsito, que a mi siempre se me hace muy pesado. Especialmente cuando vas largo de equipaje de mano y te pesan hasta las pestañas.
Llegados al aeropuerto de Osaka, las sorpresas:
1) Inmigración fue muy rápido. La última vez que vine estaba recién instalado el nuevo sistema que te hace la foto y te toma las huellas de los índices. Eché ahí más de hora y media. Ayer fue todo muy rápido. Casi no nos da tiempo de rellenar el papelito correspondiente.
2) Las maletas estaban ya en el carrousel cuando llegamos a él. Tenían una etiqueta de prioritarias (ventaja de tener una mujer que es viajera fecuente en Air France y KLM; la desventaja fué que a ella la pasaron a clase Business y a un servidor no)
3) Mis suegros nos esperaban en el aeropuerto. No nos lo esperábamos. Mi suegro se había tomado el día libre y me salvó la vida: íbamos cargados más de lo recomendable, y el precio de una hora de taxi a su casa es más de lo que deberíamos pagar.
Una vez acabados el resto de trámites (devolución de impuestos de compras Tax Free, sellado de papelito de inmigración para recoger la mudanza...) nos fuimos hacia casa de mis suegros, con parada en supermercado, para pasar el resto del día.
El resto es historia:
- Los adultos de la famila son muy majos. ¡Y algunas cosas las entiendo!
- Mi sobrino no me ajunta todavía. Todo se andará.
- El perro de mis suegros me sigue ajuntando más de lo debido. Es un guarrete.
- El sushi y el sashimi saben mejor en Japón, aunque sea de supermercado.
- La casa nueva de mis suegros está MUY BIEN. El baño fue una experiencia. ¿Por qué nosotros no tenemos estos baños?
Para acabar, una vista aerea del aeropuerto de Osaka (Kansai), ganado al mar.
miércoles, 1 de abril de 2009
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3 comentarios:
Enhorabuena, truhán!!! Soy Felipe:
Me enteré de que te habías casado cuando quedé a comer con Angelillo hace 2 semanas. Pues sí que has dado un paso grande!
Espero que seas muy feliz y que no eches de menos demasiado el jamón, jejeje! La verdad es que disfruto mucho leyendo tus vivencias y no me puedo ni imaginar todo lo que vas a vivir. Un abrazo!!
Joder, Felipe, cuanto tiempo. A ver si no te aficioas mucho l blog, que no tengo conexion regular a internet... todavia!!
Dentro de nada esperamos que seas tú el que esté esperándonos en ese aeropuerto! Ya hemos empezado a darle forma al viaje; la sede de las reuniones, el Balandro, claro.
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