lunes, 13 de abril de 2009

4 HORAS PARA COMPRAR UN TELÉFONO

Después de recibir mi carné de estudiante, hicimos dos de las cosas que dependían de dicha entrega: el abono para el tren y la compra de un móvil. Dejando para más adelante lo del tren, lo del teléfono clamó al cielo.

Fuimos a comprarlo al yodobashi de Osaka, que está en la misma estación a la que llegamos desde casa. Sin necesidad de salir a cielo abierto se accede a la tienda, que pertenece a la cadena más importante (o una de las más) relacionadas con la electrónica.

Después de pedir número como unos chicos obedientes nos dispusimos a comprar un teléfono de los que se estilan por aquí, con todos los extras, incluyendo reproductor de música, televisión, etc...

La cosa es que estuvimos 4 horas para concretar la compra. Y eso que no era a mi nombre (por no tener no tengo ni cuenta en un banco). Lo pusimos a nombre de mi mujer pero, para que saliera (bastante) más barato hicimos uso de mi tarjeta de estudiante. Bueno, pues no lo rechazaron tres veces debido a que mi nombre y apellidos en mi tarjeta de estudiante no eran introducidos en el mismo orden y con los mismos caracteres que los que aparecían en la tarjeta.

Me explico: resulta que en Japón ponen primero el apellido, y después el nombre (SIEMPRE, incluso para presentarse). En mi tarjeta de estudiante aparece "a la española". Por otro lado (y a pesar de que después del primer intento fallido lo hicimos notar), en mi tarjeta de estudiante solo aparecen las primeras letras de nombre y apellidos en mayúsculas, cuando la chica de la tienda lo estaba introduciendo en mayúsculas. El caso es que la central venga a rechazarnos peticiones y, para cada una de ellas, había que escanear todos los documentos (identidad, tarjeta de estudiante, certificado de matrimonio...), ya que no se guardaban de una intentona para otra.

Después de que hiciéramos venir al encargado, y casi cuatro horas de reloj más tarde, pudimos hacernos con el chisme de la foto. Como puede verse, la tapa se abre para dos lados, en función de si quieres ver la tele (o jugar a un videojuego) o usarlo como un teléfono normal.



En fin, maravillas de la tecnología, mientras pagues su precio y te esperes las cuatro horas que me tocaron a mi (que no son normales). Eso si, el chisme es caro ¿eh?

1 comentario:

Davicín dijo...

Luego vienen ellos a España y en ese tiempo ven Ávila y Segovia.