A diferencia de lo que podáis estar pensando, no es por fala de churro. En Japón hay churros numerosos y variados, en forma, tamaño, aromas y sabores. Además se llaman casi igual, "churo" (la "r" doble y sonora nuestra en este país no la trabajan...). Lo que pasa es que los churros, que tienen forma churresca parecida a la de los nuestros, suelen venderse empaquetados, y con consistencias distintas a la que estamos acostumbrados. Claro, tienen que aguantar en una bolsa algunos días. Son de una masa más dura, como si fuese bizcocho. Veámoslos uno por uno:
- El Honey Churo (versión ASNAS)
- El Honey Churo (versión Mr Donut)
- El Mapple Churo
- El Churo de Sutaba
- Churros de cine
Los precios de los churros que aparecen en esta entrada están a unos 100 yenes (un euro son unos 114), excepto los de cine que pueden costar 300 yenes (en los cines y los aeropuertos, sablazo).
Entonces, ¿por qué es difícil mojar el churro en un país con tal variedad (dentro de sus diferencias con los nuestros) de productos churriles? Pues por la sencilla razón de que en este país no se hace un chocolate decente. Lo más parecido es algo con la consistencia de un batido. Por lo menos en Kansai, porque tengo entendido que hay un japonés que se enamoró de la chocolatería San Gines y ha abierto una sucursal en Tokio... a ver si algún día llegan al menos hasta Osaka...
1 comentario:
Pues toma churro:
http://www.cadenaser.com/internacional/articulo/guerra-churro-estrasburgo/serpro/20101119csrcsrint_6/Tes
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