jueves, 25 de noviembre de 2010

HARRY POTTER 7 (1ª PARTE)

En su momento leí los libros del Harry Potter, y oye: sin complejos. La verdad es que la historia me parece buena, interesante, para todas las edades y muy bien hilvanada (en el final de la historia se cierran temas abiertos desde el primero de los libros).

La verdad es que admiro cómo la autora salió de su (relativa) pobreza tirando de ingenio literario, y cómo, sin ser cegada por el poder del vil metal, se opuso a una venta de los derechos para el cine que no respetara la estructura de los libros (se pretendía hacer una película que englobara los cuatro primeros libros).

Mi interés por los libros me llevó a ver también las películas. Mi condición de disfrutarlas en versión original hizo que muchas veces las viera sin compañía, pero casi todo son ventajas:
  • En los cines españoles la versión original te libra de ver las pelis rodeao de críos metiendo jaleo.
  • El nivel de inglés mejora, aunque sea un poquito.
  • Se puede uno mudar a Japón y no notar la transición en las películas
Para los que todavía no la conozcan, la colección de libros está montada de tal forma que cada libro abarca las aventuras de un año (un curso) del protagonista (Harry Potter) y sus colegas en un colegio para magos y brujas. Las películas, hasta ahora, han mantenido esa estructura. Pero el último libro lo han dividido en dos películas, y no veremos la segunda hasta noviembre del 2011. A mi plim, los libros ya los he leído, se como acaba el tema.

Aunque el tema sea, principalmente, estirar un poco más la teta económica, la cosa es que el hecho de hacer dos pelis por libro lo deberían haber hecho antes. Hay algunas que están contadas muy aceleradamente (meter libros de 700 páginas en películas de 2 horas nunca fue fácil).

Y bueno, el caso es que, de cara al estreno el pasado viernes, mi señora encontró una buena oferta en la preventa de las entradas, y allí que nos fuimos. A ver, buena oferta porque el precio pasaba de 1600 yenes por cabeza a 1200 (25% de descuento), pero 1200 yenes siguen siendo más de 10 eurazos. En este país el cine es caro.

Así que cenamos en bar especializado en Gyoza y después nos acercamos a Mint Kobe, un centro comercial del que a he escrito alguna vez, para ver la película. Antes de la peli nos echamos un café con unos churros, como comente hace poco (atención al nombre del artículo, "churritos").


La película, en su línea: es raro que una película de éstas defraude a la 7ª entrega: las espectativas están bastante ajustadas. El hecho de verlas sin subtítulos en español o inglés, sin problemas tampoco, y más conociendo la historia. La verad es que venirme a Japón ha hecho mucho por mi nivel de inglés, no porque aquí se hable mucho, sino porque siempre hay opción de ver películas y series en TV en el idioma original.

Otra cosa curiosa es que es el segundo Harry Potter que veo en Japón: al final, se podrá medir la duración de mi estancia en Japón en Harrypotters...

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