jueves, 12 de agosto de 2010

UNIVERSIDAD JAPONESA

Hace un tiempo fui con mi mujer a la conferencia que un ex-profesor suyo daba en la universidad 大阪教育大学 de Osaka (Osaka Kyoiku Daigaku). Kyoiku significa algo así como pedagogía, ciencias de la educación o similar. Estos son los enlaces as sus páginas web en japonés e inglés.

Ni mi mujer ni el ex-profesor cuya conferencia fuimos a ver pertenecieron ni pertenecen a dicha universidad. Simplemente dieron allí la charla, de la que me enteré de muchas cosas porque pusieron muchas fotos. La conferencia se enmarca en un proyecto en el que este hombre (y otros que también hablaron) colabora, y que se centra en la educación de niños discapacitados (especialmente ciegos). Las fotos a las que me refería eran de centros en Alemania e Inglaterra. Este ex-profesor de Hitomi tiene una hija en Alemania, y parece que va bastante por allí (creo que anda ya medio, o del todo, jubilado).

Pero vamos, que lo que yo quería con esta entrada era reflejar el nivel de las instalaciones que tienen las universidades en Japón, para que los lectores de este blog os hagáis una idea. Antes de empezar, decir que mi mujer me comentó que no había nada extraordinario en ellas, sino que eran algo bastante normal (donde ella estudió o donde ahora da clases). Para los que no hayáis conocido una universidad española diré que, al menos en mis tiempos, estaban al nivel de los colegios, con aulas un poco más grandes.

Pues eso, que esto son algunas de las cosas que me llamaron la atención. Lo primero los medios audiovisuales. La clase tenía proyector permanente (colgado del techo), con bastante calidad, así como una pantalla bastante amplia. En mis tiempos de universitario el profesor disponía, como mucho, de un pryector de acetatos que tenía que cargar él (y no era pequeño). Os pongo una foto del armario con la equipación de sonido:


También me llamó la atención la pizarra, que estaba ligeramente curvada para impedir la pérdida de visión desde los laterales del aula:


Y luego estaba la máquina de limpiar los borradores. En mis tiempos de estudiante esto se hacía a golpes, intentando minimizar la cantidad de tiza ingerida en el proceso. Y ojo, que la máquina de esta clase tiene pinta de tener más años que yo, ¿eh?


Para terminar, una imagen de las papeleras, que diferencia la basura combustible (a la izquierda) de las latas o botellas para reciclar (a la derecha):

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