domingo, 31 de octubre de 2010

LA "FALSEDAD" DE LA TELE (I)

Voy a hablar un poco de la experiencia que tuve participando en el programa de madrileños por el mundo, al que ya proporcionaba un enlace en esta entrada, y en la que ya ponía rápidamente algunas impresiones. Hoy intentaré no ser repetitivo y comentar algunas cosas nuevas.


No se cuál es la razón, pero tenemos (yo incluido) la tendencia de pensar que lo que vemos en televisión es una copia fiel de lo que está pasando en realidad, cuando esto no tiene por qué ser así (en absoluto). El buen trabajo de los profesionales hace el resto, pero en realidad hay algunas cosas bastante obvias que, si estuviésemos un poco atentos, deberíamos ver. Sin embargo, no es así. Os cuento algunos detalles:

Atención, no sigas leyendo si no quieres perder la ilusión en la "Magia de la TV". Avisado estás.
  • La acción que se ve en el vídeo en el que yo aparezco está rodada en dos días diferentes que, además, ni siquiera fueron consecutivos. Yo llevo la misma ropa (gracias a que los dos días de rodaje no eran seguidos le pude dar una lavadita).
  • El concepto del programa es que una persona, cámara en mano, va a visitar a los madrileños que hay por ahí, repartidos por el mundo. En realidad hay un cámara y un (en este caso una) periodista. Cuando se pretende dejarle la cámara a alguien para que la perodista participe en alguna acción esto no es lo que sucede realmente, sino que es una ilusión: el cámara no deja de operar él en ningún momento. Estas cámaras no son apretar el botón y ya (como una cámara casera), sino que hay que manejar más parámetros (enfoque, profundidad de campo, balance de blancos...). No se por qué pretenden mantener esa ilusión, tal vez porque el programa evolucionó a partir del concepto de "mi cámara y yo", en el que tal vez (no estoy seguro) si que había solamente una persona haciendo toda la tarea. Además, a la hora de viajar al extranjero, es mucho más seguro ir acompañado, aunque no sea más que como medida de precaución respecto a un accidente o enfermedad (dejando fuera problemas de criminalidad, que en Japón es mínima).
  • El hecho de ser cuatro personas pone un poco en su sitio el precio de nuestra cena con carne de Kobe. Siendo cuatro, el precio está más contenido. El estado lamentable del cambio con el euro hace que parezca aún un poco caro, pero para un japonés es como si fuesen 180€ por cuatro personas. Carete, pero no una barbaridad.
  • Cuando se presenta a los madrileños dan la impresión de que se encuentran en ese momento pero... ¿no os dais cuenta de que llevamos un micrófono en la solapa? Es un micrófono inhalámbrico pero os podéis imaginar que no lo traemos puesto desde casa.
  • El orden de grabación no es el orden de emisión. Al menos en el caso del viaje a Japón, todos los madrileños hicimos la presentación en nuestro segundo día de grabación. En mi caso, lo que grabamos primero fue Kobe y, dos días después, Kyoto. Es difícil darse cuenta de esto, porque está muy bien montado. Además, hay un fragmento que está grabado en Kyoto cuando, según el hilo de la historia, deberíamos estar en Kobe. ¿Adivináis cuál?
  • El sonido no tiene por qué coincidir con la imagen. Durante la grabación el cámara graba lo que se llaman "recursos". Son tramos de metraje, en los que no aparece el entrevistado, sino paisajes, los monos, mis dedos señalando algo en las fotos de boda... Después, en montaje, se pueden emplear para poner imagen a comentarios míos y darles más fuerza o aportarles interés. Precisamente lo de las fotos de boda está grabado por separado, imagen y sonido.
  • Hay muchas, muchas cosas que se quedan fuera del montaje. En mi caso les llevé a ver los efectos del terremoto de Kobe en un sitio que dejaron como recuerdo. Se pueden ver dichos efectos en los restos de la autopista elevada que va a Osaka, de la que se cayeron diez tramos. Más cosas que hicimos juntos se quedaron fuera, y me consta que se quedaron también muchas otras del resto de compañeros de programa.
En cualquier caso yo os cuento los hechos, las cosas como son (o, mejor dicho, como fueron); pero no estoy dando mi opinión al respecto ni criticándolo de ninguna manera. Entiendo que los profesionales son los que saben de esto, y que ellos no hacen las cosas mal a propósito, que para algo están preparados y saben cómo reacciona el espectador hacia diferentes cosas. Conocen a fondo la "tendencia a ilusionarnos" de la que hablaba anteriormente y, por tanto, la emplean en su beneficio. Si lo hiciesen de otra manera a lo mejor no nos gustaría tanto este programa, ¿no?

Por cierto, os presento a los componentes del programa, Beatriz y Josué, en una foto que nos hicimos en el restaurante que aparece en el programa. Unos monstruos, ya os digo, juventud y experiencia para sacarnos bien majos por la tele:


No me enrollo más, que me está quedando una entrada enciclopédica. Le pongo un número al título y mañana sigo contando, ¿vale?

2 comentarios:

Lucia dijo...

Me parece muy bien todas tus explicaciones y las entiendo , en mi cámara y yo que fueron los que me grabaron a mi , también venían dos y también hacen creer que va uno solo , el sistema es mas o menos el mismo .

julio machado dijo...

Pues no se... tu lo dices la magia de la Tv la magia es solo un truco prefiero quedarme con el resultado final porque el saber como lo hicieron defrauda pero bueno el programa es bueno y seguramente una persona con una camara estandar no conseguiria el mismo resultado de todas formas se me ocurren varios ejemplos.Producto ecologico,100x100 echo a mano, si no esta conforme le devolvemos su dinero,esta empresa no permite la bulneracion de los derechos humanos en sus cadenas de montajes extranjeras,tu sigue chupando que ya te avisare....Concretando que el resultado final a mi me gusta no se quizas ya estoy echo al sistema y trago con to