
El nombre en japonés es "koon fureeku". Vamos, igualito. Casi tres euros por un paquetillo de 180 gramos. Hasta ahora, imposible encontrar un formato familiar. De los frostis hay paquetes más grandes, pero de éstos, ná de ná.
La distancia de familia y amigos es la que me fuerza a "confesar", vía blog, las cosas curiosas con las que me voy encontrando. De cualquier modo, todo el mundo está invitado a leerlo, si lo considera interesante. ¡Pasad y divertíos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario