
Aprovechamos para subirnos a la torre del edificio Banespa. Es el edificio del BANco del EStado de sao PAulo. Actualmente forma parte del grupo Santander, y dicen que es parecido al Empire State Building.

Cuando estás arriba te das cuenta de que, efectivamente, la ciudad es enorme. No es solo la más poblada de Brasil y Sudamérica, sino de todo el hemisferio sur.



Después nos fuimos al mercado central, que estaba a un paseíto. Las calles, ya eran un poco de otra manera.

El edificio del Mercado tenía muy buena pinta, y desde fuera parecía bastante grande.

No nos engañábamos, era muy amplio.

Allí nos encontramos con carteles curiosos: "Presunto Pata Negra". No es que se dude de la autenticidad del jamón, es que en Portugués, jamón se dice "presunto".

Pero nosotros lo que comimos fueron bocadillos de mortadela, muy típicos (por lo que nos habían comentado) del lugar. 25 láminas de mortadela conté yo en el mío.

Naturalmente, si no es por la cerveza, aquello se haría más duro de tragar. Pero en Brasil cerveza no falta, y es uno de los sitios en los que te la ponen más fría. En todas partes ves carteles de "cerveja, bem gelada", y la verdad es que viendo ciertos grifos de cerveza no te cabe la menor duda.

Después de dar cuenta de los bocatas nos tocaba retirarnos, pues esa tarde nos tocaba boda. Además, hacernos amigos de ese otro gran mito Brasilero: la Caipirinha


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