En la excursión combinamos autobús, con tren y excursión en barco por el río, y vuelta de nuevo en autobús. Es muy curioso ver como en esta zona del delta la gene se mueve usando barcas y botes en vez de coche, utilizando el río como vía de transporte. En vez de garages, las casas tienen muelles para amarrar los botes, y en algunos casos izarlos para protegerlos de la acción del agua.
Hay casas más bonitas (compradas como residencia de fin de semana o veraneo por las cases pudientes) y las hay menos (de la gente de menos posibles que vive allí tdo el año. Es curioso ver los barcos que hacen de "autobuses" por el río, y los medios empleados para proteger el terreno de la acción erosiva del agua, plantando árboles cerca de la orilla y protegiendo esta con maderos, cemento, etc.
En esta ocasión, y una vez devueltos a Buenos Aires, comimos carnaza, de nuevo por cuatro perras. Cerveza, entrantes, postres... La carne argentina, fantástica. Y salir a 30 euros por tres personas, pues fenómeno también.
En este caso el día acabó pronto pues, aunque hicimos noche de domingo en Buenos Aires, el avión de vuelta a Santiago salía temprano por la mañana. El "deber" nos llamaba, y era cuestión de madrugar el lunes.
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