Antes de dar la mía, una cosa: aunque los japoneses le llamen soda (influencia del inglés), en España esto ha sido siempre una gaseosa como la copa de un pino. El otro día la volví a ver en una tienda y le tiré una foto, que incluye también el precio: 129 yen, o lo que viene a ser lo mismo, un eurito.
Ahora, la opinión: el olor, muy logrado, como oler un cola-cao. El sabor, no tanto. Joder, es transparente, ¡no puede saber como un chocolate a la taza!. Pero bueno, mereció la pena la experiencia (aunque la mitad de la botellita de tercio (¿o era de medio?) durmió en la nevera algo menos de una semana)
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