El viernes fuimos a cenar a casad de mis suegros, donde nos prepararon un menú casi de Año Nuevo: La comida constó, fundamentalmente, de fugu (pez globo), aunque también tomamos namako. Ambas cosas las habíamos comido ya en la comida de Año Nuevo que hicimos con ellos para recibir el 2008.
El namako es lo que en Valencia, Cataluña y Baleares se conoce como espardeñas. Os remito a las fotos de la Wikipedia para que lo veáis crudo. Por mi parte pongo la foto ya preparado, aunque crudo, claro:
No sabría definir el sabor. De textura es duro, como si te estuvieras comiendo un trozo de goma. Está frío, claro, ya que te lo comes crudo. No se decir si me gusta o no, parece que está más allá de eso: el caso es que te vicias y te lo acabas, como si fuesen pipas...
Por otro lado probé pez globo por segunda vez, y por primera vez crudo. El sashimi de fugu tenía esta pinta:
Ya comenté en otra entrada que el fugu lo ha de limpiar un especialista certificado. Si no se limpia correctamente el veneno que tiene en las vísceras puede ser ingerido por error, llevando incluso a la muerte del comensal. Por lo que tengo entendido, esto apenas sucede por error o accidente, dadas las medidas que se toman. El problema es cuando la gente ingiere el veneno intencionadamente (parece ser que por debajo de una determinada dosis produce una sensación de picorcillo muy agradable). Por mi parte y la de mi familia, no nos andamos con esas tonterías, y lo comimos sin envenenar tan ricamente.
Ésta es la pinta de la fuente de fugu que echamos al perolo.
El nabe es un guiso. Todo lo que se hace en perolo recibe este nombre, aunque hay sufijos para toda suerte de especialidades. En la wikipedia lo explican tan bien que no me molesto más. Decir que el nuestro llevaba, además del fugu, verduras, setas, etc. Se ponen en el centro de la mesa, sobre una especie de hornillo portátil. Ahí va el testimonio gráfico:
Del nabe te vas apartando a tu plato, en el que se ponen algún tipo de salsa adecuado a lo que te vas a comer, cebollino picadito, etc. En un punto de la cena mi plato tenía esta pinta:
Me estaba olvidando comentar que eso que decimos los españoles del cerdo (que de él se comen hasta los andares) a los japoneses les pasa con casi todo. Por ejemplo, con el fugu, nos comimos hasta la piel, que tiene esta pinta:
Para apretársela se mezcla con la salsa que he comentado antes y el cebollino, pudiéndose comer tal cual como aperitivo (mientras se hace el fugu) o después a medida que te vas apartando raciones del puchero. Esta es la pinta de un par de raciones:
Aunque la entrada me está quedando un poco larga, a estas alturas todavía estás con algo de gusa, aunque ya haya caído todo el fugu. Como es un pescado caro (caro de verdad) el caldillo que queda en el puchero se aprovecha echándose arroz cocido, haciendo una especie de arroz caldoso con sabor al guiso de fugu con el que se cierra la comida:
A todo esto solo falta añadir una referencia al "caldo" con el que acompañé el festín. Fue el sake éste que pongo a continuación:
La primera copa que me sirvieron fue caliente con algún pedazo de las aletas del fugu (como parece que es muy típico tomarlo). Para las siguientes, prescindí tanto de la temperatura como de las aletas, y me lo tomé a palo seco, que es lo que se hace en mi tierra con el vino. Así me gustó más.
lunes, 11 de enero de 2010
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2 comentarios:
Donde esté un buen entrecot...
Hola sobrino:
Ya veo que no has puesto ni una letra en tu blog referida a la cena de Nochebuena con los Varela Rubio.
Es verdad que las comidas japonesas sorprenderán a muchos, pero los 56 asistentes a nuestra cena es todo un récord, ¿no?
Si quieres te puedo mandar alguna foto.
Una abrazo para ti y besos para Hitomi.
Juanma
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