sábado, 11 de julio de 2009

LLUVIA DE CIRUELAS

La estación lluviosa en Japón debe estar ya a punto de terminar, y aún no he escrito nada sobre ella en este blog. Hay mucho que contar, así que nos pondremos a ello.

En Japón, el mes más lluvioso del año es Junio o Julio (dependiendo de la latitud de la zona de la que estemos hablando, ya que Japón es un país mas alargado que ancho). Es cuando le alcanza la estación lluviosa (el aire seco y frío del continente se encuentra con el cálido y húmedo del pacífico), que afecta también a los países de su entorno, como Korea.


El nombre que se usa para decir estación lluviosa en japonés es muy curioso; se le llama tsuyu (梅雨). El segundo kanji significa lluvia, hasta ahí nada raro. Pero el primero no significa estación, sino que significa ciruela (¡¡toma ya!!, diréis). Los kanji tienen lecturas variadas, en función de la palabra. Así, si solo se habla de lluvia, 雨 se pronuncia "ame" y cuando se habla de ciruelas 梅 se pronuncia "ume". En el caso de tsuyu, se emplean otras lecturas (por lo tanto no se dice "umeame"). El caso es (que me dispersoooo...) que estación de lluvias, en japonés, se dice algo así como lluvia de ciruelas.

Acerca del por qué de ese nombre existen variadas historias, según mi señora esposa. Pero contaré la que nos afecta de forma más cercana. Parece que, hace varios cientos de años, después de una sequía importante, el emperador pidió a los dioses la llegada de la lluvia, para lo cual plantó ciruelos en las cercanías de los santuarios de Kamigamo y Shimogamo (donde mi mujer y yo nos casamos): la lluvia llegó de forma casi inmediata.

Además, la época de lluvias coincide con la de la llegada de las ciruelas, por lo que el motivo es doble, sin llegar más allá.


De cualquier forma, este año he aprendido que, aunque haya estación lluviosa, puede ser que unos años llueva más y otros menos. Este año, la verdad, yo me esperaba más lluvia. Algunos días ha llovido todo lo que ha querido y más. Otros, solo unas horas antes de despejar de nuevo. Así que uno no sabe realmente a que atenerse. Lo mejor es echar el paraguas a la mochila y estar preparado. Porque cuando llueve diluvia, eso si. Pero, sin ir más lejos, el otro día eché esta foto desde la terraza, porque hizo un día muy despejado y se veía perfectamente la costa desde casa.


Que en ésta época sea estación de lluvias no quiere decir que el resto del año sea seco. La pluviosidad media en la Comunidad de Madrid es de 43 cm anuales. En Japón, está entre 100 y 200 cm. Las consecuencias directas de esto son varias: cuando llueve no se arman los ciscos que se montan en Madrid. Está previsto. Los desagues funcionan muy bien, y las aceras no presentan esas baldosas con charcos ocultos que te empapan las piernas cuando las pisas.

Por otro lado, se hace mucha vida bajo techo:
"la lluvia es uno de los motivos por los que en muchas ciudades existen amplísimas redes de galerías comerciales subterráneas. En Osaka, por ejemplo, se puede hablar de una ciudad paralela bajo tierra que, según algunas fuentes, es la más extensa del mundo. Además, kilómetros y kilómetros de calles están cubiertas con techos translúcidos que permiten que la actividad comercial no se vea afectada".El Periódico

Otro aspecto interesante es que la cantidad de agua que cae es la que hace que crezca el arroz, el único cereal del que Japón es autosuficiente. Encuentras campos de arroz en cuanto te apartas un poco del centro. En mi camino a Osaka todas las mañanas puedo ver varios campitos en los que se cultiva. De hecho, Umeda (la estación de tren de Osaka cerca de la cual está mi escuela, y de la cual hablé aquí) en japonés se escribe 梅田, cuyos kanjis significan, respectivamente, ciruela (es el mismo de antes) y campo de arroz (ese cuadradito con una cruz encima), aunque ni de uno ni de otro haya ninguno en las cercanías. Éste último es un kanji muy común en apellidos japoneses. Cuando oigais hablar de un apellido que acaba en "da" (Honda, Takeda) o empieza con ta (Tanaka) es muy probable que estemos hablando de este kanji.

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