miércoles, 17 de octubre de 2007

MÁS EMOCIÓN, IMPOSIBLE

Pues eso, que parece que el destino se confabula para que este blog no pierda emoción. Un poco más adelante (no aún) podré contar como es el servicio policial en Santiago. Todo gracias a dos caballeros que tuvieron a bien atracarme a punta de pistola el pasado viernes, en mi camino nocturno de casa a la oficina.

Siempre me habían dicho que el barrio era seguro, y lo pude comprobar durante los cinco meses que llevo aquí. Hasta el viernes. Me quitaron mi ordenador portátil, mi disco duro USB (trabajo, correo de 6 años, fotos, etc), la cartera con mi documentación española, dinero y tarjetas, la tarjeta de acceso a la oficina, la de sacar los cafés, en fin, todo. Por lo menos tuvieron a bien devolverme el pasaporte cuando se lo pedí (también solicité el resto, muy educadamente, pero debía ser demasiado pedir).

Lo de la pistola: siempre acabas pensando si era de verdad o no. El pollo la montó (clis-clás, como en las películas), y en ningún momento me llego a apuntar con ella. Eso es lo que me hace pensar que era de verdad (no me apuntaba por si se le escapaba el tiro, supuse, y la verdad es que agradezco el detalle). Además, el otro llevaba una gorra. Y enfrentarse a un tío armado con una pistola pase, pero a uno con pistola y a otro con una gorra ya me parecía demasiado (era tarde, y estaba demasiado cansado para ponerme a hacer la grulla).

En fin, más detalles cuando ponga la denuncia. Desde la conserjería de mi edificio llamamos a carabineros (como la Guardia Civil). Dijeron que mandaban un coche y todavía les estoy esperando. A ver cuanto tiempo me lleva poner la denuncia y todo ese rollo.

La suerte que, como había perdido los teléfonos, no me los pudieron quitar. Ahora me tengo que despertar por la mañana con la televisión, que se puede programar para que se encienda sola. Si lo que no me pase a mi...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hiciste bien en no hacerte el machito. Ante la duda...
Denuncia pronto lo de tu documentación española y pide duplicado en la embajada o consulado, no sea que luego la anden usando por ahí en tu nombre.
Un abrazo
Suerte!

Anónimo dijo...

Bueno, tío, ya lo hemos hablado por mail. Poco se puede hacer en estas situaciones: darles todo (qué remedio) y seguir con vida (que no es poco). Todo lo demás se puede reponer.

Un abrazo!