lunes, 26 de julio de 2010

LA HORA DEL ARROZ

Acabando la estación de lluvias, en Japón se empieza a plantar la base nutricional japonesa: el arroz. Donde nosotros vivimos es una zona muy urbana, donde no se ven grandes plantaciones de arroz. Aún así, hay gente que planta en terrenos no edificados, y se pueden ver muchos campitos como este, en un solar cerca de la casa de mis suegros:


Un campo como este se emplea para consumo de una familia, supongo. Pero es que una familia puede comer mucho arroz. No es raro que un japonés coma arroz tres veces al día, igual que un español puede comer pan (o bollo, o derivados) tres veces al día. Mi suegra, cuando le pregunté, me dijo que ellos compraban entre diez y quince kilos de arroz al mes (cuatro adultos y un niño). Por eso no es raro encontrar en los supermercados sacos de cinco o diez quilos de arroz, como éste:


Aunque nosotros no seguimos demasiado esa costumbre, yo como mucho más arroz aquí que en España. En los comercios se venden onigiris (bolas de arroz como las de la foto) como si fuesen bocadillos:


El arroz es el único cereal en el que Japón es autosuficiente, importando parte de su consumo de todos los demás. La gente es experta en arroz y, aunque a mi me saben todos igual o muy parecido, hay gente que distingue al gusto regiones de producción y calidades de una manera asombrosa.

En todas las casas japonesas que conozco hay una máquina que se llama suihanki (炊飯器). Es un cacharro eléctrico para cocer arroz, que da mucha comodidad. Se miden cuántas tazas de arroz se quieren hacer, se lava el arroz y se enrasa con agua hasta la marca correspondiente a las tazas que hemos puesto. Se mete en la máquina y ella lo cuece, lo mantiene caliente, permite programarlo para que esté listo a una hora concreta... Hay de distintos tamaños, y un ejemplo es el de la imagen siguiente


En casas como la de mis suegros, que son quienes conservan el "altar familiar" (una especie de santuario casero), se coloca como ofrenda a los antepasados de la familia una pequeña porción del arroz que se prepara en cada ocasión, se prende una velita de incienso y se hace sonar un pequeño gong. Este santuario casero se parece a éste, que he encontrado por internet:

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo del altar también era tradicional de las familiar romanas. Allí ponían ofrendas a los dioses lares, manes y penates. Cuando los cristianos persiguieron hasta la muerte al paganismo. Esos altares se transformaron en altares cristianos, que todavía se pueden ver en algunas casas. Se les suelen encender velas o lamparillas.