miércoles, 19 de septiembre de 2007

VACACIONES EN CUZCO (IV)

Llegó el momento de contar un poco cómo es la visita a Machu Pichu. Se sale desde Cuzco muy temprano por la mañana. A eso de las 6am. Hay que llegar a Machu Pichu en tren. No hay otra vía a no ser que sea andando (el camino Inca). Esto sirve para controlar la afluencia de turistas.

El viaje dura como cuatro horas, y eso que son solo 140Km. La ida se hace muy entretenida, pero la vuelta... Los trenes en los que fuimos eran antiguos, pero muy cuidados. Hay diferentes tipos, y tuvimos suerte de encontrar sitio en uno de ellos. No fue barato, pero al menos logramos llegar.

Una vez en Aguas Calientes (también llamado Machu Pichu pueblo) hay que tomar unos autobuses que te llevan hasta la puerta del yacimiento. Todo esto lo llevábamos contratado desde Cuzco, pero se puede hacer en el sitio sin mayor problema.



No me voy a extender mucho sobre la visita. De nuevo, el artículo en wikipedia es muy completo. Si diré que es una experiencia fascinante. Hay que ir, señora. No se hagan líos y pónganlo en la lista esa en la que está el Partenón, las Pirámides, el TajMahal, etc. Está muy, muy bien conservado. Las casa no tienen techos, claro (eran de paja), pero los muros se conservan muy bien. Naturalmente no hay pintura ni revoco en los muros (en la época india lo tenían), pero la arcilla tiene la mala costumbre de quitarse cuando se moja. Y Machu Pichu está casi en plena selva.

Después de darse la paliza recorriendo el yacimiento arriba y abajo con un sol de justicia, la opción es coger un tren de vuelta a las cinco de la tarde o aprovechar para hacer noche y visitar por la tarde las aguas termales que dan nombre al pueblo. Hicimos esto último (teníamos contratada noche de hotel), y los baños ayudan a descargar las piernas, aunque les falte bastante cuidado.

No faltan sitios par cenar (precios casi europeos) o para tomar algo. Al días siguiente, paseo por el mercadillo de recuerdos (auténtica industria) y vuelta en tren a Cuzco. La pega fué que había retraso en los trenes y salimos con dos horas de retraso. Y el motivo es bastante curioso: EL tren que se retrasó fue uno de los que hacía el viaje Cuzco-Aguas Calientes por la mañana. Para que los que hacen la excursión en el día tuviesen tiempo de verlo todo, se retrasan todos los trenes de vuelta de por la tarde. Con dos cojones.

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