El caso es que, con motivo de mi cumpleaños, mi señora se desmarcó con una estancia en un hotel de Kyoto, cena, desayuno y comidas típicas (para ella), viaje en tren romántico, descenso de río en bote (con algunos rápidos que otros) y visita a templos patrimonio de la humanidad, bosques de bambúes... vamos, que me pongo manos a la obra y lo cuento un poco.
El caso es que, en Japón, las mejoras épocas para venir son dos. La primera es la época del sakura (la flor del cerezo) a commienzos de la primavera. La otra está empezando ahora. Es la época en la que enrojecen las hojas de algunos árboles, dando unos efectos espectaculares en muchos sitios.
Como sitios, en un país como Japón hay muchos lugares a los que ir. Kyoto es uno de los imprescindibles. Habiendo sido corte durante varios cientos de años (del siglo VIII al XIX) , y dado que en Japón no se centralizan las ciudades al estilo español (plaza mayor, catedral, ayuntamiento), resulta interminable de ver, y toda la vida puedes estar, según los expertos, descubriendo cosas nuevas.
En esta ocasión fuimos a la zona de Arashiyama, donde hay un río muy importante para la historia de la ciudad. Por él llegaba de las montañas la madera con la que se edificaban casas y templos, y tiene la curiosidad de que se llama de manera diferente desde cada orilla (siendo un río bastante pequeño). Se le llama Hozu desde la orilla Este, y Katsura desde la Oeste. Nuestro hotel estaba enfrente del río. No era un hotel tradicional japones (o ryokan), donde duermes en futones en el suelo, pero vamos, europeo tampoco lo era del todo.
Allí cenamos (en los hoteles japoneses se incluye generalmente cena y desayuno) e hicimos noche. La cena fue un kaiseki como es tradicional en Kyoto. Son muchos platos y se convierte en un "tapeo", pero con comida japonesa, claro. Después pondré un enlace para que veáis mas fotos, pero vayan por delante un par de ejemplos
Después de hacer noche, nos levantamos a eso de las siete o siete y media, tuvimos un desayuno "a la japonesa". Comer pescado para desayunar es algo que en casa no hacemos. Pero la verdad es que cuando vas a un hotel estos desayunos no están nada mal. Por supuesto, las primeras veces se hace raro. Y raro sigue siendo. Pero poco a poco le vas encontrando su puntillo, sobre todo si está bien preparado, como fué el caso. De nuevo pongo algunos ejemplos.
Desde el hotel, nos fuimos a la estación de tren de Arashiyama, donde cogimos un tren "Romántico" que sube paralelo al río hacia las montañas.
Después cogimos un autobús hasta el embarcadero de botes, donde abordamos uno que nos bajó de nuevo hasta el hotel, pasando por un paisaje espectacular. La barca, hasta arriba de gente, era manejada por tres tripulantes, uno de ellos de 76 años, que era el que más le daba al remo...
Llegamos con el tiempo justo para comer, en un restaurante bastante famoso de la zona, una de las especialidades de la zona: el tofu. Concretamente el oyudofu, que se calienta en agua en un perolo sobre tu propia mesa, como podéis ver en las imágenes. Eso si, sentados en el suelo y habiendo dejado los zapatos en la puerta...
Los salones del restaurante eran abiertos a un jardín muy grande, al que luego le hicimos una visita más detallada...
Después de eso, nos fuimos a ver un templo zen, Patrimonio de la Humanidad, que había cerca (impresionante el jardín) y un bosque de bambúes.
Es difícil, incluso con una entrada como ésta, explicar todo lo que vimos, o transmitir las sensaciones que tienes cuando ves sitios como este. Para ayudar un poco, incluyo los accesos a dos álbumes de fotos en facebook, que tienen comentarios en prácticamente todas las fotos. No hace falta tener cuenta en facebook para verlos. Así que ahí van:
Álbum 1
Álbum 2
lunes, 26 de octubre de 2009
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2 comentarios:
No sé si me caen las lágrimas o las babas. Que viaje tan precioso.
Felicidades!!
Paso mucha envidia leyendo este blog.
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