No se si ha llegado mucho a España el tema de las elecciones en Japón. Ayer estuve acompañando a votar a mi señora, y hay algunas cosas que comentar al respecto.
Lo primero de todo, los resultados. Se sabía que iba a haber un vuelco electoral, pero para lo que ha habido eso es quedarse corto. Los japoneses son muy reticentes al cambio. Como ejemplo los resultados electorales hasta ayer mismo: El Partido Liberal Democrático (PLD) ha estado gobernando en Japón durante 55 años de forma prácticamente ininterrumpida. La excepción es un periodo de 11 meses en los años 93 y 94. Han hecho falta 20 años de crisis económica (desde el estallido de la burbuja inmobiliaria a primeros de los 90) para que se produzca este cambio.
Lo que sucede es que el cambio ha sido de los gordos: con datos por confirmar, de un total de 480 escaños en la Dieta (cámara baja), el PLD pasa de 303 a 119. Mientras, el Partido Demócrata de Japón (PDJ), que lidera Yukio Hatoyama, ha pasado de 112 a 308.
Las cosas que preocupan a la gente son el elevado gasto público y su eficiencia, la elevada deuda (casi el doble de su multimillonario PIB), la reforma educativa que ha llevado a cabo el partido hasta ahora en el poder, el descenso de la natalidad y el consiguiente envejecimiento de la población.
Otros temas incluidos en el programa de estos señores que han ganado ahora son el cambio de las relaciones con otros países asiáticos (acercamiento) Estados Unidos (pasar de subordinado a socio) y la reforma de la Constitución para poder tener un ejército como tal (la Constitución actual, impuesta por EEUU después de la II Guerra Mundial, lo prohibe, aunque ejército si que hay, dependiente de la policía). Veremos en qué quedan estas cosas en el futuro próximo.
Como anécdotas de la votación, las siguientes:
1.- Los japoneses no se identifican para votar. Vienen con una papeleta del censo (sin foto) y son preguntados por su fecha de nacimiento para contrastar que son ellos.
2.- Una vez identificado te dan las papeletas para votar, que fueron tres (en el caso de ayer). No hay una papeleta por partido, sino que se ESCRIBE en la misma. Por poder, se podría votar a Shinchan, Doraimon o a Mazinger Z.
3.- Las urnas son metálicas. En ellas deposita el voto el votante, no el responsable de la mesa electoral.
4.- En las elecciones de ayer se votó al Parlamento, y a una especie de representante local.
5.- Además, en otra papeleta marcas si quieres que no permanezca alguno de los componentes de la Corte Suprema de Justicia. Ni mi mujer, ni por supuesto yo mismo, sabemos bien cómo funciona ésto, cuántos votos negativos se requieren para quitar a uno de ellos o si se quita a un número determinado en cada una de las elecciones.
Hay que tener en cuenta que, en Japón, la Democracia es algo impuesto, no se luchó por ella, y la población vive un poco de espaldas a ella (como si les diese igual, vamos). Parece que el cambio que estamos viendo (y, en mi caso, viviendo) puede representar también un cambio en esa manera de pensar.
El caso es que hay bastantes diferencias con el voto en España, siendo fundamentalmente lo mismo. Ahora, al partido en el poder le tocará ponerse las pilas. Si en el plazo que hay hasta la elección de la Cámara Alta no se ven mejoras, es posible que se les vuelva la tortilla, y la Cámara Alta debe aprobar las leyes propuestas desde la Baja. Ese es uno de los problemas que ha tenido el gobierno actual los últimos dos años.
lunes, 31 de agosto de 2009
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5 comentarios:
Aquí en España si que se ha hablado de las elecciones en Japón; más que nada, del posible cambio brutal.
Aunque ya sabes que a mí lo que me ha molado es que pudieras votar a Georgie Dann, El Señor Lobo o Ferfran, como si estuvieras en el "100 montaditos".
Curioso, realmente curioso que, naciones un nivel cultural tan alto en todos los ordenes, añoren la existencia de un ejercito propio en el mas amplio sentido de la palabra.
Distintos, sin duda felizmente distintos.
El que Japón no tenga ejército es algo que le ha ahorrado miles de millones durante todos estos años. De hecho EE UU, QUIERE que Japón tenga ejército para poder colocarle sus carísimos juguetitos.
Bueno, Anónimo, las fuerzas de defensa si que existen, o sea, que hay una especie de ejército encubierto (el truco es que lo hacen depender de la policía en vez de un ministerio de defensa). Pero, como presupuesto, es de los más altos del mundo, creo (al fin y al cabo, dinero hay). Otra cosa es que tengan toda la juguetería americana, en eso te doy la razón. Supongo que todo se ha de camuflar como "defensivo" para que "cuele". Así que poartimos la perra gorda, ¿no?
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