sábado, 27 de noviembre de 2010

IMPROVISANDO EMPANADILLAS

Ya hace tiempo que tenía ganas de apretarme unas empanadillas como dios manda. Hasta la cosa más sencilla en España no está garantizado que se pueda hacer en Japón. Pero bueno, con obleas de gyoza (que ya me barruntaba yo que eran parecidas, si no iguales, a las de empanadilla) he sido capaz.

Ha habido que usar dos obleas para cada empanadilla, porque son algo pequeñas. De ahí que la forma tal vez despiste un poco. Pero oye, el resultado pintaba delicioso. ¡Y el sabor no desentonaba!

viernes, 26 de noviembre de 2010

EXHIBICIÓN DAITORYU

El martes pasado fue fiesta nacional en Japón (el día de las personas mayores). Aprovechando dicha fiesta tuvimos la 19ª exhibición del Daibukan, el dojo donde practico DaitoRyu Aiki Jujutsu desde hace un año y medio.


Los fieles al blog tal vez recordarán que no es la primera vez que comento acerca de la exhibición del Daibukan. Ya lo hice en esta entrada con motivo de la exhibición del año pasado. En esa entrada hay alguna información general del Daitoryu que no repetiré otra vez aquí.

El año pasado yo no era aún cinturón negro, por lo que pude tomar fotos de la práctica de los que si lo tenían. Este año, por suerte, mi mujer se pasó por allí e hizo algunas fotos y vídeos. La exhibición fue bastante larga, porque incluyó muchos contenidos. Entre ellos los siguientes:

Técnicas básicas de cinturón negro, ejecutadas por todos los cinturón negro del dojo, al mismo tiempo:


Técnicas básicas, ejecutadas por los estudiantes que aún no son cinturón negro:


Técnicas avanzadas, ejecutadas por parejas (a veces tríos) de estudiantes con cinturón negro. En estas solo demuestra la técnica una pareja, e hicimos dos técnicas distintas cada uno de los cinturón negro que asistimos.


Guerra de quitarse el sombrero, para los más peques.


Exhibición de iaido por parte de Furusawa san, uno de los miembros el Daibukan que, además del tercer dan de Daytoryu, tiene también el tercer dan de iaido. El iaido es el arte de desenvainar y envainar la katana (espada japonesa). No contempla técnicas de esgrima, sino solo de envainado y desenvainado (incluyendo la limpieza de la sangre de la hoja) frente a un conjunto de enemigos imaginario en situaciones diversas (sentado, de pie, andando) y desde distintas direcciones. Más información en la wikipedia.


También hubo una exhibición de Ohgami Sensei, el director el Daibukan.


Además hubo una exhibición de karate (de la que no tengo fotos), puesto que mi sensei enseña karate a los estudiantes que lo deseen (siempre que ya sean cinturón negro de aitoryu previamente). Él tiene un 5º dan en karate además del 8º (y máximo) dan en Daitoryu.

Acabada la exhibición nos hicimos la foto oficial y nos fuimos a comer a casa de mi sensei. Algunos acabamos entrada la noche con algo de mal cuerpo, para que nos vamos a engañar...


Si alguien está interesado en los videos que fueron tomados en la exhibición, los he puesto aquí, aquí y aquí.

jueves, 25 de noviembre de 2010

HARRY POTTER 7 (1ª PARTE)

En su momento leí los libros del Harry Potter, y oye: sin complejos. La verdad es que la historia me parece buena, interesante, para todas las edades y muy bien hilvanada (en el final de la historia se cierran temas abiertos desde el primero de los libros).

La verdad es que admiro cómo la autora salió de su (relativa) pobreza tirando de ingenio literario, y cómo, sin ser cegada por el poder del vil metal, se opuso a una venta de los derechos para el cine que no respetara la estructura de los libros (se pretendía hacer una película que englobara los cuatro primeros libros).

Mi interés por los libros me llevó a ver también las películas. Mi condición de disfrutarlas en versión original hizo que muchas veces las viera sin compañía, pero casi todo son ventajas:
  • En los cines españoles la versión original te libra de ver las pelis rodeao de críos metiendo jaleo.
  • El nivel de inglés mejora, aunque sea un poquito.
  • Se puede uno mudar a Japón y no notar la transición en las películas
Para los que todavía no la conozcan, la colección de libros está montada de tal forma que cada libro abarca las aventuras de un año (un curso) del protagonista (Harry Potter) y sus colegas en un colegio para magos y brujas. Las películas, hasta ahora, han mantenido esa estructura. Pero el último libro lo han dividido en dos películas, y no veremos la segunda hasta noviembre del 2011. A mi plim, los libros ya los he leído, se como acaba el tema.

Aunque el tema sea, principalmente, estirar un poco más la teta económica, la cosa es que el hecho de hacer dos pelis por libro lo deberían haber hecho antes. Hay algunas que están contadas muy aceleradamente (meter libros de 700 páginas en películas de 2 horas nunca fue fácil).

Y bueno, el caso es que, de cara al estreno el pasado viernes, mi señora encontró una buena oferta en la preventa de las entradas, y allí que nos fuimos. A ver, buena oferta porque el precio pasaba de 1600 yenes por cabeza a 1200 (25% de descuento), pero 1200 yenes siguen siendo más de 10 eurazos. En este país el cine es caro.

Así que cenamos en bar especializado en Gyoza y después nos acercamos a Mint Kobe, un centro comercial del que a he escrito alguna vez, para ver la película. Antes de la peli nos echamos un café con unos churros, como comente hace poco (atención al nombre del artículo, "churritos").


La película, en su línea: es raro que una película de éstas defraude a la 7ª entrega: las espectativas están bastante ajustadas. El hecho de verlas sin subtítulos en español o inglés, sin problemas tampoco, y más conociendo la historia. La verad es que venirme a Japón ha hecho mucho por mi nivel de inglés, no porque aquí se hable mucho, sino porque siempre hay opción de ver películas y series en TV en el idioma original.

Otra cosa curiosa es que es el segundo Harry Potter que veo en Japón: al final, se podrá medir la duración de mi estancia en Japón en Harrypotters...

lunes, 15 de noviembre de 2010

MOJAR EL CHURRO

En Japón, mojar el churro en condiciones es muy complicado. Imposible, diría yo... y en este blog ¡¡vamos a desvelar el por qué de una vez!!

A diferencia de lo que podáis estar pensando, no es por fala de churro. En Japón hay churros numerosos y variados, en forma, tamaño, aromas y sabores. Además se llaman casi igual, "churo" (la "r" doble y sonora nuestra en este país no la trabajan...). Lo que pasa es que los churros, que tienen forma churresca parecida a la de los nuestros, suelen venderse empaquetados, y con consistencias distintas a la que estamos acostumbrados. Claro, tienen que aguantar en una bolsa algunos días. Son de una masa más dura, como si fuese bizcocho. Veámoslos uno por uno:

  • El Honey Churo (versión ASNAS)
El churro con miel de asnas es uno de mis favoritos. Cuando estudiaba en Osaka caía muchos días, porque lo compraba en un combini (tiendia de conveniencia, estilo seven-eleven) de la cadena asnas que hay en la estación de Osaka Umeda según bajas del tren.


  • El Honey Churo (versión Mr Donut)
También tienen Honey Churo en Mr Donuts, una cadena de cafeterías con donuts (y otras cosas) parecida a Dunkin Donuts. Tal vez sorprenda, pero el churro de esta tienda no es necesariamente mejor que el del combini.


  • El Mapple Churo
El churro con jarabe de arce de Lawson (otra cadena de combinis) tampoco está mal. Un poco más duro, pero también da su juego.


  • El Churo de Sutaba
El churro que venden en Starbucks es un poco más soso, pero eso no es lo peor. Si te descuidas te lo meten en el microondas para calentártelo y te lo sirven blandurrio como si lo hubiese mojado antes otro cliente. El remedio, decir "atatamenaide kudasai" (no lo caliente, por favor) al pedirlo.


  • Churros de cine
En los cines es muy típico que vendan churros en los puestos de palomitas. Son los más calentitos y crujientes, pero suelen ser de sabores raros, por ejemplo de fresa. En Universal Studios también venden de estos por el parque. Son más parecidos al churro que comemos en España... o mejor dicho a las porras.


Los precios de los churros que aparecen en esta entrada están a unos 100 yenes (un euro son unos 114), excepto los de cine que pueden costar 300 yenes (en los cines y los aeropuertos, sablazo).

Entonces, ¿por qué es difícil mojar el churro en un país con tal variedad (dentro de sus diferencias con los nuestros) de productos churriles? Pues por la sencilla razón de que en este país no se hace un chocolate decente. Lo más parecido es algo con la consistencia de un batido. Por lo menos en Kansai, porque tengo entendido que hay un japonés que se enamoró de la chocolatería San Gines y ha abierto una sucursal en Tokio... a ver si algún día llegan al menos hasta Osaka...

martes, 9 de noviembre de 2010

BIKKLE

Hoy os presento el Bikkle, una bebida japonesa que no es raro ver en las máquinas de bebidas de todo Japón. Es, según mi mujer, una bebida un poco de críos. Esto viene a significar que le gusta a casi todo el mundo. Es derivada del yogur, y viene a tener un sabor parecido al Actimel. También se anuncia como que tiene bífidus o no se yo qué otras cosas saludables para el organismo, como Calcio y Magnesio.


A mi, que las burbujas no me entusiasman, esta bebida me parece de lo mejorcito. Viene en botellín de vidrio, que siempre es un detalle, y se abre como si fuese una lata de sardinas, ya que lleva una especie de tapa metálica que no se enrosca, sino que se arranca. O sea, que hay que bebérselo del tirón. Como es derivado del yogur, entiendo que lo que persiguen con esa tapa es precisamente eso, que nadie se ponga enfermo por beber algo que ha sido anierto hace cierto tiempo y puede haberse estropeado.

Por cierto, ahí va el vídeo de un anuncio de Bikkle para hacerlo más ameno...

domingo, 7 de noviembre de 2010

CINTURÓN NEGRO

Hace como cosa así de un año y medio, en el Daibukan, empecé a practicar Daitoryu Aiki Jujutsu, un arte marcial japonés de rancia solera. En Europa no es muy conocido, pero si mencionamos el aikido (que fue "creado" por Ueshiba Sensei a partir fundamentalmente del Daitoryu) entonces nos suena algo más conocido. Hoy he obtenido mi cinturón negro. En él aparece escrito, por un lado el nombre del arte marcial, y por el otro el del dojo y el mío.


Efectivamente, es pronto. Parece que un cinturón negro debe ser una persona que sabe un montón del arte marcial del que se trate y, al menos en mi caso, no es así para nada. Me queda mucho por aprender. De todas formas, el cinturón negro define unos conocimientos básicos y una serie de técnicas que tendré que ir depurando según pasa el tiempo, además de aprender otras nuevas. Pero oye, es muy gratificante tenerlo...


Además del certificado y el cinturón recibo el derecho de usar una hakama de color negro. Es una especie de falda que se lleva sobre los pantalones del uniforme. Antes de ser cinturón negro no está permitido llevarla, al menos en ese color. Se puede emplear una de color azul pero, debido a que se tarda un año y medio en obtener el cinturón negro, nadie lo hace.


De hecho, en mi dojo no suele llevarla nadie, incluso los que son cinturón negro (a excepción de uno que la lleva siempre). Los motivos:
  • Es un atractor de porquería de la mejor calidad (deberían hacer las mopas con tela de hakama)
  • Practicamos sin tatami (directamente sobre el parqué)
  • Es cara.
Por lo tanto, nos la reservamos para exhibiciones como la que hicimos el año pasado por estas fechas, o la que nos toca en cosa de dos semanas.

Una última imagen para la posteridad, con mi maestro, Ohgami sensei. Este señor estudió con uno de los maestros más prestigiosos de su época (Hisa Takuma, que a su vez aprendió de Takeda Sokaku - el primero en enseñar públicamente Daytoryu - y de Ueshiba Morihei - creador del aikido). Obtuvo de Hisa Sensei el 8º dan de Daytoryu (máximo dan) y además tiene un 5º dan en karate. Abrió su escuela hace 42 años, que ya es tiempo, ¿no?. Es un señor muy agradable, que además habla un inglés más que aceptable (tiene una licenciatura en inglés) para lo que es normal en Japón.

lunes, 1 de noviembre de 2010

LA "FALSEDAD" DE LA TELE (II)

Continuando con el tema de la entrada anterior, quería comentar el tema de los recortes. Como os podréis imaginar se grabó mucho más de lo que aparece en patalla (ya os comenté que conmigo al menos grabaron en dos días distintos, mañana y tarde). Esto es cierto también para el resto de participantes en el programa. ¿por qué a unos se les recorta más y a otros menos?

Yo tuve la fortuna de aparecer muchos más minutos que el resto de madrileños. Casi el doble que dos de ellos (José Luis y Luis) y tres veces más que el último (Daniel). Y fue así sin enseñar mi casa (algo en lo que yo insistí), porque me parece algo muy personal, ya que no solo la familia y amigos ven el programa, sino también gente a la que yo no invitaría a mi casa en la vida (y no me refiero a los periodistas del programa, sino a algunos que, a través de la tele, se te cuelan dentro). Tampoco me gustan las preguntas típicas de "cuanto pagas" (si es alquiler), "cuánto pagaste" (si es comprada), "cuantos metros tiene"... vamos, lo dicho, demasiado personal para mi gusto, por interesante que pueda parecer a los espectadores.

El hecho de aparecer más lo achaco a varios factores, que no tienen por qué ser todos igual de ciertos (admito sugerencias):
  1. Yo iba el primero. Supongo que es más difícil meter la tijera al que va primero. De todas formas parece que se me cayeron cuatro minutos en el último momento. En cualquier caso, la decisión de ponerme el primero no se bien en qué se basó.
  2. Yo estaba más preparado. Tal vez porque el resto de los que participaron en el programa trabajan, y yo tuve más tiempo para pensar dónde los llevaba o qué hacíamos. Mi mujer me ayudó MUCHO a gestionar las relaciones con algunos sitios a los que fuimos.
  3. Tuve suerte en Kyoto: la historia de los monos se nos ocurrió sobre la marcha. Íbamos a esa zona (que es especialmente bonita en primavera y otoño, pero aún era pronto para ver enrojecer los árboles), y les comenté (al ver un cartel) que lo de los monos estaba cerca. Quisieron ir a verlo porque los animales quedan bien en el programa, y efectivamente fue así. Yo, personalmente, no había estado nunca en ese sitio (aunque sabía que existía por leerlo en mi guía turística de Japón).
  4. Tuve suerte en Kobe: yo les quería llevar a ver el puente (que a mi, particularmente, me encanta), pero la idea era verlo por fuera y hablar un poco de él. Cuando mi mujer se informó del mejor sitio para verlo nos enteramos de que se podía visitar, y me hizo la gestión para que Ueda san, el señor que nos lo enseño, se portara tan estupendamente con nosotros (ya hablaré de esto en otra entrada). Lo imponente del puente hace el resto, y eso que finalmente no se usó mucho de lo que grabamos ahí.
  5. Aún veo Japón con los ojos de un extranjero (poco a poco te vas acostumbrando a cosas que, al llegar, te sorprendían). El resto de madrileños llevan más tiempo aquí. Además, como bien dijo Clara, lectora de este blog y madre de mi amigo Pablonchi, el hecho de escribir este blog me ha acostumbrado un poco a preparar la información, mirar datos (aunque a veces no más que en la Wikipedia) e intentar hacer las cosas interesantes, además de mantener esa "mirada de extranjero" de la que hablaba. Muchas de las cosas que comento en el vídeo las he escrito ya en el blog anteriormente, y a los lectores fieles (que debo tener un par de ellos, calidad pero no cantidad) no les habrán sonado tan a novedad.
  6. Mi mujer es fabulosa: sus explicaciones, sus gestos (incluso cuando me echa la charla), sus gestiones para acudir a los distintos sitios (donde gracias a las cuales nos ponían la alfombra roja) son sus méritos, y no los míos.
  7. Estuve muy suelto. Es verdad. Mucha gente me lo ha dicho, desde el staff del programa (Beatriz y Josue), hasta mi familia y amigos. Yo creía que con la cámara delante estaría muy nervioso, pero la verdad es que no fue así para nada. Entiendo que parte del mérito es mío, y otra parte del equipo, que me hicieron sentir muy cómodo.
Algún otro compañero de emisión ha escrito en su blog críticas muy ácidas, escritas desde la fustración de salir pocos minutos y comparando con los que salimos más. Yo, personalmente, entiendo el punto de vista (yo tuve muchas dudas antes de acceder a salir), aunque no comparta el tono del post ni ciertas valoraciones personales que se hacen en el mismo. La cosa es que, cuando aceptas salir en un programa como éste, no das tu conformidad al reportaje terminado, sino a algo que no sabes cómo va a quedar y que, por lo tanto, está fuera de tu control. En mi caso, que tenía esos temores, no se hicieron realidad (o no demasiado). En el caso del autor de esa entrada, tal vez no tenía esos temores y en su caso si se hicieron realidad, con lo que el impacto fue aún más duro.

Por mi parte, y aunque solo sea por la fortuna de haber conocido al resto de "Madrileños en Kyoto", ha merecido la pena. Y además, ¡qué coño!, yo salí bastante rato... y ¡me vio hasta Paco González! (ya estaba bien de oirle yo a él...).