domingo, 31 de octubre de 2010

LA "FALSEDAD" DE LA TELE (I)

Voy a hablar un poco de la experiencia que tuve participando en el programa de madrileños por el mundo, al que ya proporcionaba un enlace en esta entrada, y en la que ya ponía rápidamente algunas impresiones. Hoy intentaré no ser repetitivo y comentar algunas cosas nuevas.


No se cuál es la razón, pero tenemos (yo incluido) la tendencia de pensar que lo que vemos en televisión es una copia fiel de lo que está pasando en realidad, cuando esto no tiene por qué ser así (en absoluto). El buen trabajo de los profesionales hace el resto, pero en realidad hay algunas cosas bastante obvias que, si estuviésemos un poco atentos, deberíamos ver. Sin embargo, no es así. Os cuento algunos detalles:

Atención, no sigas leyendo si no quieres perder la ilusión en la "Magia de la TV". Avisado estás.
  • La acción que se ve en el vídeo en el que yo aparezco está rodada en dos días diferentes que, además, ni siquiera fueron consecutivos. Yo llevo la misma ropa (gracias a que los dos días de rodaje no eran seguidos le pude dar una lavadita).
  • El concepto del programa es que una persona, cámara en mano, va a visitar a los madrileños que hay por ahí, repartidos por el mundo. En realidad hay un cámara y un (en este caso una) periodista. Cuando se pretende dejarle la cámara a alguien para que la perodista participe en alguna acción esto no es lo que sucede realmente, sino que es una ilusión: el cámara no deja de operar él en ningún momento. Estas cámaras no son apretar el botón y ya (como una cámara casera), sino que hay que manejar más parámetros (enfoque, profundidad de campo, balance de blancos...). No se por qué pretenden mantener esa ilusión, tal vez porque el programa evolucionó a partir del concepto de "mi cámara y yo", en el que tal vez (no estoy seguro) si que había solamente una persona haciendo toda la tarea. Además, a la hora de viajar al extranjero, es mucho más seguro ir acompañado, aunque no sea más que como medida de precaución respecto a un accidente o enfermedad (dejando fuera problemas de criminalidad, que en Japón es mínima).
  • El hecho de ser cuatro personas pone un poco en su sitio el precio de nuestra cena con carne de Kobe. Siendo cuatro, el precio está más contenido. El estado lamentable del cambio con el euro hace que parezca aún un poco caro, pero para un japonés es como si fuesen 180€ por cuatro personas. Carete, pero no una barbaridad.
  • Cuando se presenta a los madrileños dan la impresión de que se encuentran en ese momento pero... ¿no os dais cuenta de que llevamos un micrófono en la solapa? Es un micrófono inhalámbrico pero os podéis imaginar que no lo traemos puesto desde casa.
  • El orden de grabación no es el orden de emisión. Al menos en el caso del viaje a Japón, todos los madrileños hicimos la presentación en nuestro segundo día de grabación. En mi caso, lo que grabamos primero fue Kobe y, dos días después, Kyoto. Es difícil darse cuenta de esto, porque está muy bien montado. Además, hay un fragmento que está grabado en Kyoto cuando, según el hilo de la historia, deberíamos estar en Kobe. ¿Adivináis cuál?
  • El sonido no tiene por qué coincidir con la imagen. Durante la grabación el cámara graba lo que se llaman "recursos". Son tramos de metraje, en los que no aparece el entrevistado, sino paisajes, los monos, mis dedos señalando algo en las fotos de boda... Después, en montaje, se pueden emplear para poner imagen a comentarios míos y darles más fuerza o aportarles interés. Precisamente lo de las fotos de boda está grabado por separado, imagen y sonido.
  • Hay muchas, muchas cosas que se quedan fuera del montaje. En mi caso les llevé a ver los efectos del terremoto de Kobe en un sitio que dejaron como recuerdo. Se pueden ver dichos efectos en los restos de la autopista elevada que va a Osaka, de la que se cayeron diez tramos. Más cosas que hicimos juntos se quedaron fuera, y me consta que se quedaron también muchas otras del resto de compañeros de programa.
En cualquier caso yo os cuento los hechos, las cosas como son (o, mejor dicho, como fueron); pero no estoy dando mi opinión al respecto ni criticándolo de ninguna manera. Entiendo que los profesionales son los que saben de esto, y que ellos no hacen las cosas mal a propósito, que para algo están preparados y saben cómo reacciona el espectador hacia diferentes cosas. Conocen a fondo la "tendencia a ilusionarnos" de la que hablaba anteriormente y, por tanto, la emplean en su beneficio. Si lo hiciesen de otra manera a lo mejor no nos gustaría tanto este programa, ¿no?

Por cierto, os presento a los componentes del programa, Beatriz y Josué, en una foto que nos hicimos en el restaurante que aparece en el programa. Unos monstruos, ya os digo, juventud y experiencia para sacarnos bien majos por la tele:


No me enrollo más, que me está quedando una entrada enciclopédica. Le pongo un número al título y mañana sigo contando, ¿vale?

sábado, 30 de octubre de 2010

EL TIFÓN CHABA

Pues eso, que como ya comentaba hace una par de días, se nos echaba encima el tifón Chaba. Es increíble cómo se tienen estas cosas de controladas hoy en día. Pero, por supuesto, hay una incertidumbre, porque los tifones cambian de dirección. Hay que estar atento y seguir las noticias antes de salir de casa cuando hay uno cerca.

En nuestro caso, el Chaba este nos ponía en peligro salir a comer con unos amigos, así que me puse en plan bilbaino (léase con acento en la "a"), como los de Gomaespuma en esta historia. Y nada oye, que he soplao y soplao hasta que lo he puesto a la distancia justa para que no nos moleste mucho (vivimos justo en la raya de influencia de la imagen).


Y oye, si acaso que se preocupen los de Tokio, que parece ser que ellos van a tener una buena ración...

jueves, 28 de octubre de 2010

MAL TIEMPO

Chico, ha sido celebrar mi cumpleaños y salir en telemadrid y cambiar el tiempo radicalmente. En Madrid estamos acostumbrados a esos cambios tan bruscos que parece que la primavera y el otoño solo están para obligarte a sacar la chaqueta por la mañana para colgártela del brazo a mediodía. En Japón, en cambio, la transición debería (es lo que ocurre normalmente) ser más suave, especialmente cerca del mar (como nosotros) y en las latitudes en las que vivimos.

Pero no, oye, el tiempo ha cambiado de repente y nos ha pillado con los pantalones bajados y, por supuesto, un poquito de cara de tontos. La conversación en todas partes es acerca de lo rápido que ha cambiado el tiempo este año, ya sea en la calle, en la tele, o entre algunos de los españoles que vivimos en Japón y que nos cruzamos mensajes en el twitter o en el facebook.

Todo empezó anteayer, con un viento que parecía el lobo feroz tratando de echar abajo las casas de los tres cerditos, acumulación de ramas por los suelos y algún que otro amago de resfriado, yo incluído, por no llevar la ropa adecuada. En seguida lo atacamos con una medicina que me dió mi mujer y que no se ni lo que lleva (inconvenientes de estar bastante pez con el idioma).

Este tipo de transición tan rápida pone en peligro una de las etapas más admiradas por los japoneses (junto con la flor de cerezo en primavera): el enrojecimiento de las hojas, especialmente de arce. La cosa es que cuando el cambio es gradual (como sucede normalmente) las hojas van enrojeciendo paulatinamente hasta que se caen. Si el cambio de temperatura es muy brusco, las hojas se caen antes, no dejándote disfrutar esa etapa tan espectacular (foto tomada hace un año en Kyoto).


Además, para colmo, parece que se nos acerca un tifón. Ha estado haciendo de las suyas en Okinawa y ahora se dirige hacia aquí (imagen obtenida de esta web).


Por ahora parece que el tifón pasará Kansai de largo por el mar, para tocar Japón a la altura de Tokio, pero también es posible que por el camino cambie de tamaño (para bien o para mal), de velocidad o de dirección. Menos mal que los medios actuales permiten un seguimiento con antelación suficiente para que el riesgo (al menos en zonas urbanas) sea mínimo. Pero es posible que nos pegue un coletazo de lluvias muy serias los próximos días. Veremos qué pasa...

martes, 26 de octubre de 2010

EN LA TELE

Como comentaba en mi entrada anterior, nos pusieron en la tele regional madrileña el pasado lunes 25. El capítulo puede verse aquí.


Habría muchas cosas que comentar después de haber visto la versión final del vídeo, pero en fin, ahí van solo algunas:

  • En el arranque del vídeo se habla de "mis padres", cuando mi padre falleció hace ya 17 años, que se dice pronto.
  • La práctica de las "artes marciales" en el vídeo son un poco obligado. No me gusta cómo queda ni la idea de hacerlo allí. Pero Beatriz, la entrevistradora, era muy insistente; así que...
  • El precio de la carne no es excesivamente caro, porque aunque no se ve, ni se dice, éramos cuatro personas (el reportaje lo hacen dos personas).
  • El seguimiento de mis familiares y amigos ha sido BRUTAL. Llevo dos días dándole al facebook como loco, contestando preguntas y comentarios, y agradeciendo felicitaciones de cumpleaños, que esa ha sido otra. Da gusto con esto del "internés".

Más adelante escribiré algunas entradas contando cosillas acerca de varias de las cosas que cuento en el vídeo, que por razones de tiempo las dejaron fuera en la edición final.

domingo, 24 de octubre de 2010

CUMPLEAÑOS (36) TELEVISIVO

Hoy me ha caido un año más, y son 36. Parece mentira cómo pasa el tiempo.


Para celebrarlo, recibimos ayer a bastante gente en casa. Comida española, vino, y un buen rato que nos tuvo todo el día sin parar, entre preparativos (que empezaron el viernes), comida y cena. Hoy día tranquilo, y mañana... ¡salimos por la tele!

La cosa es que desde las 22:15, hora española, aparecemos en Madrileños por el Mundo, y además abriendo el programa. Para los que no estén en Madrid, se puede ver a la misma hora por internet en la página de telemadrid y, a posteriori, en la web de Madrileños por el Mundo, donde ya hay disponible un avance.

No es mal regalo un video "pofesional" donde me puedan ver toda la familia y amigos, ¿no?

lunes, 18 de octubre de 2010

COSITAS SOBRE LA PUBLICIDAD

En los países asiáticos hay una agresividad publicitaria que no se ve en España, resto de Europa o Sudamérica. A continuación escribiré algunas cosillas, a modo de apuntes, que me han llamado la atención acerca de la publicidad en Japón:

1.- La tecnología
El coste de la tecnología en este país es relativamente más bajo que en España. No es nada raro encontrarse pantallas gigantes por la calle en los cruces importantes de las ciudades grandes.


2.- La densidad de población
Debido a la densidad de población tan elevada que hay en Japón, cualquier cosa que se hace a nivel publicitario tiene una gran impacto debido al número de personas a las que llega. También es verdad que a la publicidad le acabas prestando menos atención de la que le prestas en Europa.


3.- La legislación
No se exactamente como funciona el tema legislativo en lo que respecta a la publicidad en la calle, pero el bombardeo de luces y neones que se usa en Japón está prohibido en España. Además, en ciertos sitios se usan unos sistemas de megafonía a un nivel de decibelios que no debe ser nada sano.


4.- Los voceros
El alto nivel de copetitividad, lo pequeño de algunas tiendas, y el hecho de que un gran número de veces están situadas en lugares poco accesibles (generalmente pisos altos de edificios), hacen imprescindible echar voceros a la calle a arrastrar a los clientes (en el caso de los restaurantes) o simplemente a dar la coña con un altavoz.


5.- La competitividad
Ya lo he comentado antes, pero merece un punto aparte. Aunque no se refleja en el paro tanto como la española, la crisis japonesa es muuuucho más larga que la nuestra. La economía japonesa apenas crece desde finales de los 80. Los precios (y los sueldos) suben entre cero y apenas nada. De hecho, la competencia los hace disminuir a menudo. Aquí hay MUCHA competencia. En algunos terrenos, como en las compañías de telefonía, somos bastante comparables con japón. En otros, como el número de cadenas de electrodomésticos, o de grandes almacenes, o de bebidas refrescantes, o de líneas de tren, nos dejan en pelotas. Entre Kobe y Osaka hay tres líneas de tren de tres compañías diferentes, como he comentado alguna vez. Y eso sin contar el tren bala.


6.- Los famosos
A diferencia de España, en la que solo aparecen famosos extranjeros en los anuncios de El Corte Inglés (y a veces en los del cava), aquí aparecen famosos americanos a punta pala. Pongamos como ejemplo los anuncios de Brad Pitt, Cameron Díaz, Tommy Lee Jones o Tarantino. Otras veces los imitan sin compasión, como a Jamiroquay. También sacan a famosos japoneses, de los que habría mil ejemplos. Valga este del famoso Ichiro, un jugador de baseball que juega en los Mariners de las Grandes Ligas americanas.

7.- En el transporte público
Es muy normal que los trenes vayan hasta arriba de publicidad, incluso en los asideros para no caerse.



8.- A veces, creatividad

A veces, ni mucho menos siempre, te encuentras con campañas acertadas y mucha creatividad (foto de Kirainet.com)

sábado, 16 de octubre de 2010

BICHOS

Ya he comentado alguna vez que la densidad de bichos que tengo aquí es muy superior a la que tenía viviendo en Madrid. Hombre, es normal, porque allí vivía en el mismo centro. Pero cuando viví en Chile tampoco veía muchos bichos.

Pero vaya, en Japón tengo tanto variedad como cantidad, así que iré dando fé de vez en cuando de lo que me voy encontrando. Por ejemplo este, sobre una hoja de cerezo en nuestro edificio (no me hace falta ni salir a la calle).

jueves, 14 de octubre de 2010

IKEBANA EN OSAKA (III)

Con esta entrada sigo la serie dedicada a la exposición de ikebana en la que también participó mi mujer, que empecé aquí y continué aquí. Como ya habíamos visto la exhibición, bajamos a la planta baja (primera planta en Japón) a tomar un té verde y un dulcecito que ofrecía la asociación.

Durante la visita nos habíamos encontrado con bastantes chicas o mujeres vistiendo kimonos. El kimono no se usa habitualmente, pero si en ocasiones especiales, como bodas, graduaciones, fiestas, etc. En eventos de este tipo, relacionados con las artes tradicionales japonesas (caligrafía, arreglo floral, ceremonia del té, etc), tampoco es raro verlos.


En la planta baja había una serie de mujeres, componentes de la asociación, que usaban unos kimonos más sencillos, y que te traían el té y el dulce.


El dulce tenía esta pinta. El palillo con el que viene sirve para cortar y pinchar. Gracias al blog de Nora (una japonesa en Japón, escrito en español), se que a estos palillos se les llama kuromoji. Su entrada sobre los palillos es muy interesante, y a ella os remito.


El té era una variedad conocida aquí como matcha. A ver si me se explicar. Consiste en té verde Y en polvo. Es el que se usa en la ceremonia del té, lo que pasa es que aquí no se seguía todo el ceremonial, porque es complejo y lleva un tiempo del que no disponían. ¡Demasiados visitantes!


Cuando te daban el té giraban la taza tres veces, que es algo que también se hace en la ceremonia del té. Yo, como soy un tremendo desconocedor del tema, no se muy bien qué otras cosas hay que hacer, ni qué otros pasos tiene el ritual. Se que es complejo, que lleva mucho tiempo aprenderlo, que cambia según las estaciones del año... un jaleo. Tal vez algún día me decida a aprender. En tiempos de los samuráis, eran éstos los que oficiaban la ceremonia, no ellas. Hoy día tanto mujeres como hombres lo hacen, y si no que le pregunten a ikusuki. La reverencias si te las hacían, ¡¡por reverencias que no quede!!

miércoles, 13 de octubre de 2010

IKEBANA EN OSAKA (II)

Dejábamos la entrada anterior (si no la has leido pulsa aquí) a punto de bajar a la planta tercera del edificio de la asociación de ikebana a la que pertenece mi mujer, a punto de ver su composición para la exposición que se celebraba allí el pasado fin de semana. La composición en cuestión era ésta:


Esta toma, en la que se ve la composición completa, no es la que más me gusta. El sitio no está pensado para que salgan buenas fotos, ya que la iluminación es de fluorescentes y los fondos no están muy tenidos en cuenta. Ésta de detalle me gusta más.


Estas amarillas se conocen en Japón como "cara de zorro", pero en español se les llama ubre de vaca, y en ingles "Nipple Fruit" (Fruta Pezón) o "Titty Fruit" (Fruta Teta). Parece ser que es un pariente muy cercano del tomate, y que viene de Centroamérica. A mi me gusta "cara de zorro", si se le pintasen unos ojos lo parecería, como se puede ver aquí. Como era tan llamativa, mucha gente se acercaba a mirar. Otras de las composiciones de la tercera planta eran estas.




Las composiciones de la siguiente imagen, con las flores metidas en hendiduras de raices retorcidas de árbol (en las que hay ocultos minidepósitos de agua a modo de jarrón) era una de las que más me gustó.


Esta es una toma un poco más en detalle de la composición de la derecha:


Con ello finalizábamos la exposición de ikebana. Solo nos faltaba bajar a la primera planta a tomarnos un té verde y un dulcecito, cortesía de la organización. Pero eso mejor lo cuento mañana.

martes, 12 de octubre de 2010

IKEBANA EN OSAKA (I)

Hoy voy a esforzarme y empezar una serie de entradas de las que le gustan a mi madre. Ingredientes hay, así que espero no defraudar... ¡vamos con ello!

Resulta que mi mujer estudia ikebana, el arte del arreglo floral japonés, como ya he comentado en alguna ocasión. Resulta que ha alcanzado un grado que se llama "okuden" que, aunque quiere decir conocimiento "profundo" (oku) no quiere decir que no le queden cantidad de cosas por aprender y cantidad de niveles por encima de ese. De hecho, es el nivel más bajo para exponer en su asociación/escuela, y eso es lo que ha hecho el pasado fin de semana.


El tema de la exposición era la isla de Yakushima (aquí para ver fotos), de la que una gran parte es Patrimonio de la Humanidad. La imagen superior es la invitación a la exposición, y la foto es de un cedro japonés muy famoso (y antiguo) que hay en dicha isla. Que Yakushima sea el motivo de la exposición quiere decir que algunas de las flores eran de allí, que las composiciones usaban ese tema como fuente de inspiración, etc. La exposición era en Osaka, en el edificio que posee la asociación de ikebana a la que pertenece mi mujer, Kado Misho Ryu (華道実生流).


Nada más llegar había que escribir en el libro de visitas, a pincel y en vertical. Yo me conformé con escribir mi apellido (van que se matan con eso), pero también es común escribir de dónde vienes. Estas dos señoras controlaban el tema de los libros de visita.


Nada más entrar en el edificio había que descalzarse, y te daban unas pantuflas que nos iríamos cambiando durante toda la visita (ya que se dejaban a la entrada de las salas y se retomaban a la salida, que era por diferente puerta que la entrada). Como ya estoy acostumbrado a prestar atención extra a los calcetines (más de la que prestaba en España), sin problemas. Otra cosa es la talla de las pantuflas, que es única y pequeña para mi. Que una pantufla se te quede a medio talón es una cabronada, porque se hace muy incómodo. Eso si, el diseño era, como poco, pintoresco.


Una vez equipados subimos en ascensor hasta la quinta planta, ya que la visita se realizaba por este orden: quinta planta, cuarta planta y tercera planta (donde estaba la composición de mi mujer). En la segunda planta no había visita (está destinada a clases, despachos, etc) y la primera planta ya es lo que en España llamamos planta baja. La quinta planta era impresionante, con parte del suelo de tatami vigas de madera y parte imitando un jardín japonés, con grava y piedras, a pesar de ser una planta completamente cubierta.


En esta planta había composiciones muy interesantes, como esta imitación de la isla de Yakushima...



...y esta otra formada por una bandeja con musgo flotando en el aire debido a que estaba colgada con una especie de hilo de pescar.


En la cuarta planta (de arquitectura más "normal") había otras composiciones muy interesantes, especialemte ésta que también imitaba la isla de Yakushima, esta vez con mar y todo...


... o ésta con las ramas curvadas. No se si parece sencillo curvar las ramas de esa forma, pero creo que no lo es en absoluto. Mi mujer todavía no ha empezado siquiera a aprender esas cosas.


Pero yo tenía ganas ya de bajar a la tercera planta, donde nos esperaba la composición de mi mujer (entre otras). Así que nos fuimos a por las pantuflas y bajamos por la escalera otro piso más, para verla. Pero mejor lo sigo contando en la siguiente entrada, que esto está quedando muy largo.

sábado, 9 de octubre de 2010

DEKAVITA C

El "dekavita c" es un clásico de las máquinas de refrescos en Japón. Aunque no solo tiene vitamina C, es la que da nombre al preparado. 95 miligramos en 100ml (el botellín son 210ml), que no se si será mucho o poco, ni si es asimilable tomándola en forma de refresco con burbujas, pero el sabor es curioso. Por cierto, su página web tampoco tiene desperdicio.


También tiene vitaminas B1, B6, B12, Niacina, fósforo... vamos, ¡como unos cereales Kellogg's en forma de bebida!

Para ver la pinta que tiene, mejor miráis este vídeo...



Y, como hoy estoy que lo regalo, también os pongo un anuncio...

jueves, 7 de octubre de 2010

TOYAMA, GOKAYAMA, SHIRAKAWAGO

Con todo el rollo de los Madrileños por el Mundo, que andaron por aquí hace unos días, me he retrasado en subir el post de mi fin de semana en Toyama. Mi señora asistía allí a un congreso, y aprovechamos para ir a ver las casas estilo gassho, que para algo son Patrimonio de la Humanidad.


Toyama es la prefectura (provincia) que está marcada en el mapa con color más oscuro. La ciudad de Toyama da al mar del Japón, al norte de la prefectura. Nuestra prefectura de origen, Hyogo, está marcada con un color más claro (Kobe está al sur de la misma, dando al Océano Pacífico). Las casas gassho están al sur de la prefectura (área de Gokayama) y en la prefectura adyacente por el sur, Gifu.


La cosa es que nos pusimos en camino un viernes, tomando el Thunderbird que conecta Osaka con Toyama. El Thunderbird es un tren muy cómodo, que te deja en Toyama en unas tres horas, creo recordar. No es un tren bala, pero es línea directa. El tren atraviesa túneles bastante largos y pasa al lado del lago Biwa, el mayor lago de todo Japón.

Una vez llegados a Toyama, lo que hicimos fue elquilar un coche por cuatro perras (promoción especial de los trenes JR). De ahí nos fuimos hasta la aldea de Suganuma, donde hicimos noche en esta casa de la foto:


El estilo de las casas se llama gassho porque en japonés se le llama gassho a la postura de rezar con las palmas juntas delante del pecho. Los tejados, tan inclinados debido a la gran cantidad de nieve que puede caer en esta zona, recuerdan esa postura.


Los tejados de las casas llevan las vigas sujetas entre si con cuerdas, sin usar clavos. Son muy flexibles y, en caso de ser tumbados por un temporal (no debe ser fácil) podrían levantarse otra vez, como si fuese una tienda de campaña.


También es de mucha importancia el brasero tradicional japonés. El humo proteje la madera de los bichos (en Japón otra cosa no, pero bichos...), y da resistencia a las cuerdas.


En ésta aldea había un par de museos del folklore local, con algunas cosas curiosas, como este calzado para la nieve.


Los arrozales estaban a puntito para la cosecha.


Los japoneses dan mucha importancia (MUCHA) a la humildad, y dicen que hay que saber inclinarse como el arroz...


La cena que nos dieron en el hotel no estuvo nada mal, aunque el sashimi de carpa no me entusiasmó...


La tempura si estaba superior, y con sake más...


A la hora de acostarse tocaba futón, como no podía ser de otra forma.


El desayuno no estuvo mal tampoco, pero eché de menos un café...




Después de desayunar nos pusimos en camino para ver más casas estilo gassho, en otros pueblos del valle.


En algunas el dueño se sienta al lado de la lumbre contigo, te convida a té, te cuenta la historia de la casa y hasta te canta canciones típicas de la zona, como fue este caso.


Estuvimos en cuatro o cinco sitios más, entre casas aisladas y otras aldeas, como Shirakawago. En ellas aprendimos un poco sobre lo que se hacía en este tipo de viviendas, como trabajar la seda o incluso la pólvora. Como Japón estaba en ese entonces cerrado al comercio con el extranjero, y en Japón falta uno de los productos de la pólvora (creo que el salitre) en forma de yacimiento mineral, lo obtenian dejando pudrirse ciertos hongos o vegtales, o algo así... La pólvora obtenida se usaba para pagar impuestos al señor feudal de la zona.

Otro de los usos de esta zona era como cárcel para algún rebelde que otro. Este es un ejemplo de celda que ha sido restaurada por los vecinos.


Y así es por dentro, con un muñeco que nos da idea de cómo debía ser estar ahí metido. Al menos en invierno y verano, un horror.


A medio día (nos habíamos levantado temprano), volvíamos a Toyama, ciudad "moderna". Hasta tranvía tiene...


Una vez llegados al hotel, comprobamos que la habitación no está mal, estilo moderno, claro. Pero estaba en esquina, en la planta trece... con unas vistas magníficas sobre lo que queda del castillo de Toyama...



En Toyama poco que ver, nada que contar. Mi mujer a su congreso y al acabar de vuelta a Osaka. Fue un muy buen fin de semana, muy interesante, y lo recordaremos con cariño.