miércoles, 30 de septiembre de 2009

Y VAN... (III) - ¡¡SEIS MESES!!


Pasan los días, pasan los meses, y ya llevo medio año en Japón. Mi japonés, va mejorando, aunque muy poco a poco. El buen tiempo se va acabando (hoy lleva lloviendo todo el día) y supongo que eso afectará algo al ánimo. Cuento los meses que faltan para llegar a España, y apunto mentalmente las cosas que quiero comer, los sitios a los que quiero ir y las personas con las que me gustaría encontrarme.

En cualquier caso, este es un muy buen sitio para vivir, lo rápido que se me pasan los meses lo demuestra. Ni siquiera presto al blog la atención que debería; a ver si corrijo eso pronto. Tengo bastantes temas por tocar en el tintero, a si que a ver si me voy poniendo al día.

lunes, 28 de septiembre de 2009

CARNET DE CONDUCIR

Bueno, pues en solo seis horas (¡¡toma ya!!) me he hecho con mi carnet de conducir japonés. Tiene una pinta parecida éste que he encontrado por internet:


La cosa es que yo vine con un permiso de conducir internacional (válido por un año) expedido en España. Y creíamos que con eso valía, al menos por ahora. En una consulta a los de tráfico de aquí nos enteramos de que no, de que si estás aquí viviendo hay que hacer el trámite y agenciarse un permiso a la japonesa.

Así que allí nos plantamos, un día que teníamos libre, a las 8:30 de la mañana, con original y copias de carnet de conducir español y pasaporte, así como una traducción al japonés de mi carnet español. Cogimos un número (el primero) en la oficina donde se hace el primer trámite, y nos fuimos a desayunar, porque abren a las 9:00 o 9:30.

Una vez volvimos a la oficina, nos verifican que he vivido en España al menos durante tres meses después de sacarme el carnet de conducir español. Esto llevó un rato largo por dos razones:
1.- El funcionario confundió la fecha de expedición del carnet que tengo ahora (2008) con la fecha en la que lo obtuve por primera vez (1993, la que interesa a estos efectos).
2.- Resulta que por la fecha que andaba buscando el funcionario mi pasaporte es un caos de visados chilenos, argentinos, peruanos, japoneses y canadienses. Naturalmente, no van en orden, y trazar dónde estaba y cuando le llevó un rato, al pobre, que además lo estaba haciendo mal (porque buscaba alrededor de 2008, en vez de 1993).

Me preguntaron como fue mi exámen (aunque ellos tenían su propia información). Parece que tenemos cierto nivel en España, porque no hizo falta más que revisión de aptitud visual para validar que podían darme el carnet japonés. A eso de las 11:00 estábamos listos.

El problema es que, para darme el carnet, me juntan en un salón con todos los que se están sacando el carnet en el día (por el método tradicional de teórico y práctico). En el salón hay que estar a las 13:00. Pero la charla informativa nos la dan a las 14:00 (sin retraso, estaba planificado así). Allí nos cuentan que no hay que beber ni tomar drogas al volante, que hay que presentarse si te llama tráfico, lo que puedes conducir y lo que no, y una serie de cosas más.

Después nos ponen en fila para tomarnos foto, recibir los papeles provisionales que hemos ido acumulando a lo largo del día y hacernos el carnet. A las 14:30 nos ponen en fila y nos dan el carnet en cuestión (por fin), después de seis horazas. El total de la broma, entre traducción y tasas, es de unos 60€.

Como en Japón soy principiante me toca poner, durante un año, los simbolitos que lo indican (la "L" española, vamos), aunque los límites de velocidad son los mismos que para el resto de conductores (en España son menores). En japón se ponen tanto delante como detrás. El de delante va con una ventosa en el parabrisas. El de detrás es magnético, y se pega a la parte trasera del coche. Son tal que así:



Ya solo falta hacerse con el tema, que no es moco de pavo. Entre los coches sin embrague, los semáforos a la americana (aunque el semáforo esté pasado el cruce, tu te tienes que parar antes) y el conducir por la izquierda, la cosa tiene tela.

Lo de conducir por la izquierda no es demasiado complicado (al fin y al cabo, es por donde acabamos conduciendo en España en autovías), si no fuese por las glorietas (gracias a Dios no hay apenas), que se hacen al revés, y los giros, en los que hay que estar muy atento.

martes, 22 de septiembre de 2009

SHOICHI YOKOI

Hoy hace doce años que murió Shoichi Yokoi. El nombre no os dirá nada, pero yo os cuento su historia. Este señor era un sargento del ejército japonés que permaneció en una isla del Pacífico durante 28 años sin saber que la guerra había terminado. Volvió a Japón en 1972, donde se casó y vivió hasta 1997.


Como hoy se han cumplido 12 años de su muerte nos han cascado un reportaje en la tele. Este reportaje es el que me ha dado la idea de escribir esta entrada.

Hoy, en la isla en la que estuvo este señor (Guam) se conserva una replica de la caverna, excavada en la tierra, en la que se escondía (la isla no estaba desierta, ni mucho menos); la original fue destruida por un tifón. En ella tenía hasta un mecanismo para hacer sus necesidades que conectaba con el río, estanterías y una litera, a pesar de que se iluminaba en el interior con unas linternas que hacía con cocos, donde quemaba aceites. La de la foto, creo que es la auténtica.


Ha sido muy interesante ver como este hombre se hacía sus propias ropas (fue aprendiz de sastre hasta que lo reclutaron en 1941), incluyendo botones y otros útiles.


No fue el único japonés que pasó por una historia similar. Japón tenía la friolera de tres millones de soldados estacionados en el Pacífico, con lo que fue algo incluso bastante común. La lista completa puede encontrarse aquí (en inglés). Shoichi Yokoi tampoco fue el que más tiempo tardó en ser descubierto, ya que un par de años más tarde apareció alguno más. Pero estos eran varios, que vivieron juntos y fueron muriendo con los años hasta que fue descubierto el último, Hiro Onoda, dos años después de haber muerto el último de sus tres compañeros.

Una vez vuelto a Japón, Shoichi Yokoi se casó, como he escrito antes. Su estado mental y físico era muy bueno. Se convirtió en tertuliano televisivo (en Japón eso abunda mucho más que en España, aunque parezca mentira) hablando sobre temas de supervivencia. Menudo experto, ¿no?. También se presentó para parlamentario, pero no ganó el escaño.

viernes, 4 de septiembre de 2009

CUMPLEAÑOS DE DORAEMON

Aunque es una serie que no sigo (como ninguna otra desde mis tiempos de instituto), el gato Doraemon me parece de los personajes más atractivos entre los manga y anime japoneses. Ayer se celebraba su 30 cumpleaños, y por eso, en la página de Google Japan cambiaron su logotipo para hacerle un homenaje:


La imagen hace referencia al gorro volador de Doraemon y a la puerta mediante la cual se mueve (con Nobita y sus amigos) a lo largo y ancho del espacio-tiempo.

Y es que la cosa es un poco enrevesada, porque la fecha de creación del robot Doraemon (yo tampoco sabía que era un robot), es el 3 de septiembre de 2112. Es un robot con forma de gato que es mandado por un descendiente de Nobita (el protagonista, un niño más tonto que el asa de un cubo) para intentar cambiar el pasado (nuestro presente) y no malvivir en el siglo XXII, que es lo que le toca.

Ahí es donde empiezan las aventuras de este personaje que lleva 30 años de emisión ininterrumpida en televisión. Se creó entre 1969 y 1970 en manga; o sea, en cómic o historieta gráfica. Los padres de la criatura son Fujimoto Hiroshi y Motoo Abiko (ya fallecidos). Fuera de Japón es muy conocido (sin ir más lejos, se puede seguir también en España), pero en Japón es toda una institución, con el grado de embajador. Como es de trazos muy secillos, muchos japoneses te lo dibujan perfectamente. Entre ellos, una de mis profesoras en la escuela de japones. Otra anécdota curiosa fue cuando fui al templo en el que se rodaron escenas del último samurai (en el Monte Sosa, no muy lejos de casa). Allí me encotré, delante del templo en el que reza Katsumoto, un gigantesco Doraemon pintado en la explanada de tierra de delante de la entrada. No pegaba mucho en ese entorno, pero estaba bordao. De hecho, cuando subías a la segunda planta de un edificio anexo se apreciaba todavía mejor, no debió ser fácil hacer uno tan grande...

En una librería de la estación de tren de Umeda encontré una colección del manga en japonés e inglés y estuve a punto de invertir en aprendizaje de japonés a base de ocio mangaril. Me contuve, pero no lo descarto.

Solo apunto dos cosas más, la dirección de la web oficial de la serie en Japón y el comentario de que no es la primera vez que se hace algo así en google, sino que también se hizo con Astroboy el año pasado, aunque en en este caso "solo" era el 5º aniversario.

Actualización: que no, que eran 40 años, si no es por un lector de la entrada se quedaba así para los restos... en fin, que ya no sabemos ni sumar...