lunes, 31 de agosto de 2009

ELECCIONES EN JAPÓN

No se si ha llegado mucho a España el tema de las elecciones en Japón. Ayer estuve acompañando a votar a mi señora, y hay algunas cosas que comentar al respecto.

Lo primero de todo, los resultados. Se sabía que iba a haber un vuelco electoral, pero para lo que ha habido eso es quedarse corto. Los japoneses son muy reticentes al cambio. Como ejemplo los resultados electorales hasta ayer mismo: El Partido Liberal Democrático (PLD) ha estado gobernando en Japón durante 55 años de forma prácticamente ininterrumpida. La excepción es un periodo de 11 meses en los años 93 y 94. Han hecho falta 20 años de crisis económica (desde el estallido de la burbuja inmobiliaria a primeros de los 90) para que se produzca este cambio.

Lo que sucede es que el cambio ha sido de los gordos: con datos por confirmar, de un total de 480 escaños en la Dieta (cámara baja), el PLD pasa de 303 a 119. Mientras, el Partido Demócrata de Japón (PDJ), que lidera Yukio Hatoyama, ha pasado de 112 a 308.

Las cosas que preocupan a la gente son el elevado gasto público y su eficiencia, la elevada deuda (casi el doble de su multimillonario PIB), la reforma educativa que ha llevado a cabo el partido hasta ahora en el poder, el descenso de la natalidad y el consiguiente envejecimiento de la población.

Otros temas incluidos en el programa de estos señores que han ganado ahora son el cambio de las relaciones con otros países asiáticos (acercamiento) Estados Unidos (pasar de subordinado a socio) y la reforma de la Constitución para poder tener un ejército como tal (la Constitución actual, impuesta por EEUU después de la II Guerra Mundial, lo prohibe, aunque ejército si que hay, dependiente de la policía). Veremos en qué quedan estas cosas en el futuro próximo.

Como anécdotas de la votación, las siguientes:

1.- Los japoneses no se identifican para votar. Vienen con una papeleta del censo (sin foto) y son preguntados por su fecha de nacimiento para contrastar que son ellos.

2.- Una vez identificado te dan las papeletas para votar, que fueron tres (en el caso de ayer). No hay una papeleta por partido, sino que se ESCRIBE en la misma. Por poder, se podría votar a Shinchan, Doraimon o a Mazinger Z.

3.- Las urnas son metálicas. En ellas deposita el voto el votante, no el responsable de la mesa electoral.

4.- En las elecciones de ayer se votó al Parlamento, y a una especie de representante local.

5.- Además, en otra papeleta marcas si quieres que no permanezca alguno de los componentes de la Corte Suprema de Justicia. Ni mi mujer, ni por supuesto yo mismo, sabemos bien cómo funciona ésto, cuántos votos negativos se requieren para quitar a uno de ellos o si se quita a un número determinado en cada una de las elecciones.

Hay que tener en cuenta que, en Japón, la Democracia es algo impuesto, no se luchó por ella, y la población vive un poco de espaldas a ella (como si les diese igual, vamos). Parece que el cambio que estamos viendo (y, en mi caso, viviendo) puede representar también un cambio en esa manera de pensar.

El caso es que hay bastantes diferencias con el voto en España, siendo fundamentalmente lo mismo. Ahora, al partido en el poder le tocará ponerse las pilas. Si en el plazo que hay hasta la elección de la Cámara Alta no se ven mejoras, es posible que se les vuelva la tortilla, y la Cámara Alta debe aprobar las leyes propuestas desde la Baja. Ese es uno de los problemas que ha tenido el gobierno actual los últimos dos años.

domingo, 23 de agosto de 2009

MALDIVAS (II) - MALA ÉPOCA

Parece que agosto no es la mejor época para visitar Maldivas (diciembre y enero son los mejores meses). Lo que sucede es que es un lugar tan impresionante que hasta en mala época te parece espectacular, y la idea de conformarte a ti mismo te hace ver ciertos inconvenientes como ventajas. Lo voy contando poco a poco.

Para llegar a Maldivas utilizamos Malasyan Airlines. Muy contentos con la calidad del avión y el servicio. las azafatas van en traje típico Malayo (ver enlace) y no escatiman en almuerzo o bebidas como hacen otras compañías. Hicimos escala en Kuala Lumpur (un aeropuerto muy majo), donde se llega desde Osaka en unas 6 horas, y desde allí a Male (capital de Maldivas) en otro vuelo de unas tres horas y media.

Una vez en Male nos recoge la gente del Resort en una motora, y nos planta en el hotel en unos 25 minutos "expresos" de pantocazos contra el mar a toda pastilla. Cuando llegamos es de noche, no nos hacemos una idea clara de cómo es la isla, pero nos acomodamos en nuestro Beach Bungalow, justo al lado de donde se hospeda una pareja de japoneses, Hiroki y Bochan, con su hija Yuna. Bochan es amiga de Hitomi de sus tiempos de instituto, y viven en Bankok (Tailandia) debido al trabajo de Hiroki. Con ellos pasamos los primeros tres días. Fue una suerte tenerlos allí con nosotros, porque meteorológicamente hablando, fueron los peores. Llovió a diario, a veces bastante, pero la temperatura ambiente es tan buena, y la del agua también (como 25º o así) que hasta chispeando te metías a bucear entre corales y pececillos.

Esta es una foto del Beach Bungalow:


Las pegas del Bungalow éste: nos lo dieron en el extremo de la laguna coralina , donde había más cantidad de corales petrificados, y era casi imposible entrar al agua a pie desnudo. Además, medio baño estaba a cielo abierto y con las lluvias, la bañera se resentía. En cuanto a la ducha, no sabías si te mojaba más el agua del grifo o la de la ducha. Lo que en temporada buena puede ser darse un baño (o ducha) bajo las estrellas, lloviendo perdía parte del glamour. En cualquier caso mucho encanto, techos de madera (alísimos) y hoja de palmera, cama king size, y buffet de desayuno, comida y cena. Íbamos en "todo incluido" así que si llovía te tomabas unas birras y a pasar el chaparrón.

Pruebas del tiempo que nos hizo hay unas cuantas. La primera, lo más parecido a un atardecer que pudimos capturar con la cámara:


La segunda, las nubes que había, incluso en los ratos "buenos"


O esta, donde se ve el resort de enfrente (otra isla).


Para despedir a nuestros amigos, nos hizo un tercer día bastante bueno. Tiramos de cámara sumergible y pasamos un día de snorkelling (buceo con gafas y tubo) para enmarcar. Lo de la cámara es un puntazo. No sale cara y te asegura hacer fotos como éstas:





En la cuarta noche nos trasladamos a una suite "sobre el agua". Es un alojamiento bastante más caro, pero con dormitorio y salón independientes, terraza de madera con escalerilla hasta el agua, jacuzzi y toda la película. En vista general:


En detalle:



Una vista del salón:


Otra de la terraza desde dentro de la habitación (el circulo verde es una pegatina en el cristal, ni el sol ni la luna de Maldivas llegan a ser tan raros). Como puede verse, aprovechábamos los ratos de lluvia para hacer fotos...



Y dos fotos más del dormitorio, con la filigrana de sábana y flores que nos hicieron en la cama (al fin y al cabo, esto era una luna de miel, aunque un poco tardía...)





En los tres días siguientes a la marcha de nuestros amigos el tiempo se arregló un poquillo (sin pasarse). De hecho, un día nos pusimos protector solar y todo. La cosa es que llover seguía lloviendo, pero por la tarde-noche, respetando un poco las mañanas. Como comentaba, todo tiene sus ventajas. En ausencia de sol, ni te quemas ni te embadurnas de grasa para protegerte. Por otro lado, la temperatura (ambiente y del agua) era muy buena, llegando a bañarnos mientras llovía. Y por otro lado, la máxima "masificación" a la que llegábamos era la que muestra la imagen siguiente:


Y, como me está quedando un poco largo, me reservo alguna cosa más para alguna que otra entrada posterior. Solo comentar que la vuelta fue horrorosa. La combinación era infame, ya que para volver el avión para en Colombo (Sri Lanka), con lo que te pones en Kuala Lumpur en siete horas. Además, nos esperaban quince horas de espera en dicho aeropuerto, que resolvimos alquilando una habitación en un hotel que hay en la misma terminal para hacerlo más llevadero.

miércoles, 12 de agosto de 2009

MALDIVAS (I) - ESPECTATIVAS

Bueno, he estado un poco desconectado de esto del blog. Cuando no son días de lluvia hace un calor muy pegajoso. Y cuando no, las dos cosas a la vez. No es una excusa, ya que es inexcusable. Llevo una semanilla de vacaciones y no he dado palo al agua. Para colmo mañana nos vamos a las Maldivas.

Después de una desagradable sorpresa por parte del hotel (equivocaron el precio y ahora sale unos 500$ más caro), y de un largo viaje vía Kuala Lumpur que nos dejará un poco baldados, nos echaremos a la bartola en uno de los (parece) últimos paraísos que quedan. El hotel donde vamos (para que sepáis dónde no ir, por esta púa de última hora que nos han endosado) es éste.

Pero en fin, como teníamos un "vale" por una luna de miel (para algo nos casamos dos veces), hemos tirado la casa por la ventana y que salga el sol por Antequera. No hay más que echar un vistazo a estas fotillos que adjunto para hacerse una idea.

¡Nos vemos a la vuelta!